Durante mis años universitarios en la ETSAG la búsqueda de la inspiración fue una constante. En cada proyecto había un bajón, una pérdida completa de la realidad. Un no tener, si quiera, una certeza. Esto traía consigo períodos de frustración y muchas horas perdidas frente a un papel en blanco.
¡Hasta que llegó él! ¡Mi hombre! ¡El Salvador!
Yo, iluso joven inculto, ¡había descubierto la pastilla roja hacia la autopista de la inspiración!
Y es que era observar una fotografía suya… y en mi cabeza cantaban los pájaros, las líneas negras se quebraban entre sí, entrelazándose rápidamente para construir (o deconstruir para los modernos) formas perfectas, proporciones áureas formaban espirales de color, ¡y hasta relojes se derretían y elefantes caminaban con piernas de jirafa! (esto lo he visto yo en algún lado antes…).
Así que, artistas del mundo, hoy os traigo aquí, cual vendedor que grita “gana 1000 euros en una semana, ¡online!”, la solución a todos vuestros problemas.
Cómo conocí a Chema Madoz
Era un día soleado en Granada (o Graná pa’ los daquí), de principios de diciembre, por lo que teníamos una temperatura muy agradable a las ocho de la mañana, un grado centígrado. Dada la suave brisa, algo gélida, procedente de las montañas de Sierra Nevada, decidí tomarme un café en una terraza del centro.
De repente, un señor de gabardina y sombrero grisáceos se acerco a mi, para preguntarme, muy amablemente, si esa silla que estaba en mi frente, estaba desocupada.
-Si señor, puede llevársela. Le contesté, sin sacar de los bolsillos mis manos congeladas.
-Muchas gracias. Mmmm, espere, me dijo. ¿Usted no es ese famoso fotógrafo, músico y además arquitecto que se dedica a recorrer el mundo y escribirlo en un blog? ¡Es que yo también soy fotógrafo! En el año 2000 me dieron el Premio Nacional de Fotografía. ¿No me conoce?
-Pues no, no me suena su cara. ¿Me enseña alguna de sus fotografías?
Fue en ese preciso instante, en el que me desperté del sueño.
Cómo conocí a Chema, de verdad
Así que, ahora te cuento la realidad, que no siempre supera la ficción.
Resulta que estaba yo, caminando al lado de Isabel, una bella dama de cabello negro azabache (ahora se lo pintó y se jodió), por las calles de Montevideo. Andábamos buscando un lugar para calentarnos, no penséis mal, es que como en mi sueño, también era invierno y hacía frío en la calle.
Así que en cuanto leímos Museo de no se qué de España, pues para dentro.
En la segunda planta, había unos sofás que nos estaban llamando, y además, estaban rodeados de libros, ¿será una biblioteca? Nos preguntamos. Y sí, lo era. Así que nos sentamos, nos calentamos y comenzamos a leer algunos libros.
De repente calló en mis manos. Era un libro de 25×33 de tapa dura, que decía: Chema Madoz, Obras Maestras.
Creo que nos tiramos como una mañana entera viendo foto por foto, comentándolas como si dos críos chicos hubieran descubierto la golosina definitiva.
El resto es historia.
Al año siguiente, en un nuevo viaje en el que andábamos por Barcelona, la misma chica de ex cabello negro azabache me regaló para mi cumpleaños ese mismo libro.
Aquí lo tienes.
José María Rodríguez Madoz
Nace en Madrid, en el 58. Sus trabajos surrealistas en blanco y negro representan hábiles juegos de imaginación, en los que perspectivas y texturas tejen sus imágenes.
Para mí, lo mejor que tiene, es la capacidad única de ver los objetos. Es casi más escultor que fotógrafo. Con dos elementos cotidianos es capaz de crear un nuevo mundo. Sus fotografías hacen a nuestro cerebro estúpido, al darnos cuenta, de lo limitados que somos al ver nuestro entorno. Y encima, sus imágenes, no están manipuladas digitalmente.
Siéntate en una silla, relájate y disfruta de estos enlaces.
– RTVE. Imprescindibles – Chema Madoz – Regalar lo escondido. (58 minutos)
Una imagen vale más que mil palabras
Te recomiendo encarecidamente este libro que es el que tengo aquí ahora mismo a mi lado, tiene más de 450 páginas, con fotografías que no están en internet, ni en su web. Entrevistas, exposiciones… mil cosas. Está muy completo.
Normalmente cuesta 65 euros, mi libro-regalo es lo que costó (que me lo han chivado). He estado buscando y lo más económico que he encontrado es en Amazon. Aunque no es barato, creo que es una gran inversión personal.
Si quieres algo con mejor precio puedes echarle un ojo a:
– Ocurrencias y regalos para la vista (photobolsillo)
Te dejo con algunas fotos del mío.
Y a ti, ¿quién te inspira? ¿Ya conocías a Chema Madoz? ¿Qué te ha parecido? ¿Tienes éste libro u otros?
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¡Gracias!