Si estás buscando los lugares típicos que ver en Dublín, puede que esta guía te sorprenda. ¿Por qué?
Por que no solo te voy a hablar de los lugares más habituales que se suelen visitar, sino que también te desvelo algunos sitos secretos que están genial y que normalmente solo conocen las personas que viven allí.
Ya sé que lo habitual es recomendar esas visitas típicas que «no defraudan a nadie». Pero he querido ir un poco más allá de lo típico. Pienso que la mejor manera de viajar es mimetizándote con el entorno y siendo uno con el país que estás visitando.
Y para ello, creo que es una buena idea visitar también esos lugares que solo suelen frecuentar las personas que viven allí, lejos de las masificaciones y el gentío.
¿Te apetece saber qué lugares ver en Dublín más u menos típicos? ¡Pues vamos a ello!
Los lugares más famosos que ver en Dublín
Empezamos con esas atracciones en Dublín imprescindibles que todo viajero/a tiene que conocer sí o sí.
Temple Bar
Si visitas Dublín, es muy probable que acabes queriendo probar uno de sus productos estrella: la cerveza Guinness, que es originaria de allí.
Y si hay un lugar icónico dentro de la ciudad para encontrar un pub donde la sirvan es el barrio situado en el centro de Dublín, el Temple Bar.
Se lo conoce como el barrio que nunca duerme y es donde se concentra la fiesta y la vida nocturna de la ciudad. Está repleto de estrechos callejones con pubs y restaurantes típicamente irlandeses y tiene fama de ser uno de los barrios más bonitos que ver en Dublín.
Pero no solo encontrarás fiesta y pintas de cerveza en este barrio. Y es que el Temple Bar también cuenta con galerías de arte, tiendas de libros y, durante el día, se abre un mercado de productos alimenticios locales.
Visitar este barrio es una parada casi asegurada en cualquier itinerario, pero eso sí, siendo uno de los más famosos de la ciudad debes hacerte a la idea de encontrarte con mucha, mucha gente.
Si te apetece conocer sus secretos, tienes disponible un tour nocturno por Temple Bar y sus pubs que concluye con una cata de 5 cervezas. Nada mal, ¿verdad?
Phoenix Park
Si quieres perderte en mitad de la naturaleza, este es tu lugar. Pasear, ir en bicicleta, sentarse a leer… Cualquier plan es bueno dentro de este inmenso parque de más de 700 hectáreas.
Dentro de sus confines cuenta con enormes explanadas de hierba que te harán sentir que estás en un fondo de escritorio de ordenador. 😛
Tendrás largos senderos que recorren pequeños bosques donde habitan ciervos y gamos, para perderte en ellos y olvidar por un rato el ajetreo de la urbe.
Además, el Phoenix Park tiene algunos monumentos muy chulos, como el Monumento a Wellington y la Columna del Ave Fénix.
Grafton Street
El corazón de Dublín. Una calle muy comercial, plagada de tiendas, centros comerciales y artistas callejeros que inundan cada rincón con música y arte.
Ten cuidado si te adentras en esta calle peatonal, porque se dice que es muy fácil gastar dinero en ella con tantas posibilidades.
También es un lugar fantástico si te apetece sentarte a tomar un café y descansar las piernas mientras observas a la gente ir de aquí para allá.
En la calle Grafton también podrás ver la que tal vez es la más famosa de sus estatuas: Molly Malone.
Esta mujer se ha convertido en toda una leyenda en la ciudad. Según se dice, era vendedora de mejillones y berberechos durante el día, y por la noche ejercía de… bueno. Por la noche no necesitaba su carro de berberechos. Dejémoslo ahí.
En cualquier caso, en 1880 compusieron una canción en honor a Molly (aunque realmente nunca ha habido pruebas de su existencia) y su fama es tal, que es considerada himno no oficial de Dublín.
Trinity College
Esta universidad fue cuna de auténticas celebridades intelectuales como Bram Stoker, Oscar Wilde o Edmund Burke y su famosa frase célebre:
«Para que triunfe el mal, solo es necesario que los buenos no hagan nada.»
Pero, ¿qué tiene de especial esta universidad para ser un punto turístico tan famoso? Pues lo cierto es que el campus en sí mismo ya es digno de admirar.
Se trata de la universidad más antigua de toda Irlanda. Tiene 16 hectáreas de terrenos verdes, edificios de arquitectura elaborada y bellos monumentos.
Sin duda, es un lugar perfecto para pasear con bonitas vistas y situado en pleno centro de Dublín.
Sin embargo, además de su atractivo visual, esta universidad cuenta con la Old Library. Es la biblioteca con mayor cantidad de libros y manuscritos de todo el país.
El interior de este edificio es sencillamente una delicia visual y la quietud que se respira en su interior es todo un lujo para poder relajarte. Especialmente si vienes del Temple Bar.
Catedral de San Patricio
La Catedral de San Patricio es la iglesia más grande del país, por lo que es un imprescindible que ver en Dublín.
Aunque sus orígenes datan del siglo V, a pequeña iglesia de madera, no fue hasta la época entre los años 1220 y 1260 que se construyó el edificio actual.
El templo es de estilo gótico y su exterior ya es merecedor de una visita. Sin embargo, el interior no tiene desperdicio.
Está repleto de decoración y tiene cosas tan interesantes como la pila bautismal de la Edad Media, la cripta del siglo XII, el coro, la Puerta del Capítulo y los sepulcros de personalidades célebres (como la del autor de Los viajes de Gulliver, Jonathan Swift).
Castillo de Dublín
El Castillo de Dublín es otro de los lugares que no te puedes perder. A lo largo de los años, esta edificación del siglo XII ha hecho de residencia real, fortaleza militar y sede del Tribunal de Justicia Irlandés, entre otros.
La fortaleza está en pleno centro de Dublín y se ha acabado convirtiendo en todo un emblema del país.
Puedes visitar su interior para recorrer zonas como la Capilla Real, el Salón de San Patricio, el Rellano de las Hachas de Guerra, el Salón del Trono, las habitaciones del Rey y la Reina o la Gran Escalera.
En el exterior, además de pasear por sus bonitos jardines, podrás contemplar la antigua Torre Medieval del siglo XIII.
Si te apetece conocer este monumento, puedes hacer esta visita guiada que incluye la entrada al castillo.
Cárcel de Kilmainham
La cárcel de Kilmainham, o Kilmainham Gaol, es un lugar con una historia oscura, pero que debe ser contada y no olvidarse nunca.
Estas celdas fueron los lugares de tortura y ejecución de muchos de los líderes que lucharon por la independencia irlandesa del Reino Unido.
Puedes visitar el interior de la cárcel para ver los diferentes estrechos pasadizos que daban acceso a las diferentes zonas, las celdas, la gran sala y el patio. Seguro que te suenan estos lugares si has visto la película En el nombre del Padre, ya que se usaron como escenario.
Aunque la cárcel no está en el centro, sino a unos 3 km, merece la pena que te acerques. Puedes llegar con el autobús fácilmente, desde la parada Wellington Quay.
Otra forma de llegar hasta aquí es con el autobús turístico de Dublín, que recorre los lugares más importantes que no te puedes perder en Dublín.
Catedral Christ Church
La Catedral Christ Church, también conocida como la de la Santísima Trinidad es otro de los templos religiosos más importantes que ver en Dublín. Además, es el edificio más antiguo de la capital irlandesa.
El edificio se acabó de construir en el año 1028 por orden de un rey vikingo. Posteriormente, se ha ido ampliando con el paso de los siglos.
Del exterior del edificio, resaltan sus varios detalles. En cuanto al interior, destacan la capilla de San Laurence O’Toole, las 19 campanas antiguas y el Tesoro de la Iglesia, con manuscritos y objetos históricos muy valiosos. Además, alberga una de las criptas medievales más grandes y antiguas.
Puente Ha’penny
En un principio, su nombre iba a ser Wellington Bridge en honor al primer duque de Wellington, que derrotó a Napoleón en la batalla de Waterloo.
Pero los dublineses son muy suyos y casi todo el mundo se refiere al puente más famoso de la ciudad como el Ha’penny Bridge. La traducción de este nombre sería «el puente de medio penique» (half penny). Y esto se debe a que antiguamente había que pagar un peaje de medio penique para cruzarlo.
Se trata de un puente realmente bonito, aunque cuando más brilla es por la noche. Literalmente.
Cuando el sol se pone, el puente queda bellamente iluminado tanto por arriba como por abajo, con lo que podrás sacar unas fotos muy bonitas para el recuerdo.
O’Connell Street
La gran calle O’Connell Street empieza en el O’Connell Bridge y es la arteria comercial principal de la ciudad y una de las calles más anchas de Europa.
Te encontrarás esta avenida siempre llena de gente y vehículos transitando. Además de ser una zona de compras, reúne varios monumentos importantes que ver en Dublín.
Entre esos monumentos está la Oficina Central de Correos (donde se proclamó la República de Irlanda), la gran aguja de acero y de 120 metros de altura conocida como The Spire o la estatua del líder nacionalista Daniel O’Connell.
Los lugares secretos que ver en Dublín
Ahora, te voy a hablar de los lugares menos conocidos de la que llaman la Ciudad Esmeralda, pero eso no significa que no sean igual de buenos que los más famosos.
Y dado que estamos hablando de Dublín, es inevitable comenzar esta lista con uno donde puedas probar la cerveza Guinness.
Wexford y Camden Street
Si hablamos de probar cervezas, el lugar que normalmente te recomendará cualquiera es el barrio de Temple Bar.
Tiene un ambiente genial, hay música y todo está preparado para el viajero típico. Pero, ¿de verdad crees que allí es dónde van los lugareños a disfrutar de una copa? Desde luego que no.
Si lo que te apetece es degustar una cerveza (o un refresco si no te gusta el alcohol) en un lugar lejos de la muchedumbre, te aconsejo que dirijas tus pasos a las calles Wexford y Camden.
Están una después de la otra y no quedan especialmente lejos del mencionado Temple Bar. Ya puestos a caminar en busca de una bebida, vale la pena caminar un ratito más y encontrar pubs más tranquilos y a un precio algo más asequible.
Aunque eso sí, de entrada debes saber ya que los precios de la bebida en Dublín nunca van a ser especialmente bajos. Pero al menos aquí te ahorrarás un dinerillo que podrás gastar en otras cosas (o en más cerveza, pero con moderación, ¿eh?). 😛
A pesar de ello, si te quedas con ganas de más cerveza y de conocer cómo se fabrica, puedes contratar una visita guiada por la Guinness Storehouse. ¡Podrás ver el proceso de producción, aprender a tirarla como un profesional y tomarte una al final del recorrido!
Cementerio de Glasnevin
¿Un cementerio? ¿En serio? Calma, clama. Sé que de entrada visitar un cementerio suena un poco raro. Pero el cementerio de Glasnevin es, además de lo obvio, un museo al aire libre.
La verdad es que se trata de un lugar realmente bonito y las esculturas de algunas lápidas son auténticas obras de arte.
Se respira una paz inmensa en este lugar y si pagas los 13 € que vale la entrada, tendrás acceso a un tour guiado a través de la historia del cementerio y de las grandes figuras históricas que descansan en él.
A pesar de lo dicho, si la idea de deambular por un cementerio, por muy bonito que sea, no te resulta atractiva, este lugar sigue siendo un punto interesante al cual acudir.
Justo al lado del cementerio está el Jardín Botánico Nacional de Irlanda. Son grandes jardines repletos de naturaleza donde puedes encontrar varios edificios de cristal que contienen plantas y árboles de todo tipo.
Si lo que te apetece es pasar un día al aire libre con tranquilidad y naturaleza por todas partes, visitar el cementerio y luego el jardín botánico es un combo genial.
Puedes llevarte tu propia comida y disfrutar de un almuerzo en los banquitos que hay desperdigados por los caminos o, si lo prefieres, puedes hacer uso de la cafetería que hay cerca del jardín botánico.
¡Una excursión diferente!
Museo nacional de los Leprechaun
La visita a este museo es exclusivamente en inglés. Si te manejas bien con el idioma, alucinarás con este lugar. El museo de los Leprechaun te muestra el lado mágico irlandés, plagado de mitología celta y seres fantásticos.
A lo largo de varias salas, el guía te irá contando diversas historias sobre estos pequeños seres que, según cuentan las leyendas, son los zapateros de las hadas y tienen cierta fama de ser un poco… traviesos. 😉
En una de las salas, por ejemplo, podrás experimentar cómo vive un Leprechaun viendo los objetos cotidianos, ¡a tamaño gigantesco!
Si además de la mitología celta también te interesan las historias de miedo y el lado más oscuro de las criaturas fantásticas, este museo ofrece tours nocturnos con visitas dedicadas a esta temática.
Si te llama la atención asegúrate de reservar tu visita, porque solo se ofrecen de jueves a sábado con cita previa. Eso sí, te lo advierto desde ya, mejor que a estas visitas no vayas con niños ni con personas asustadizas. 😛
¿Qué? ¿Te atreves?
Howth, el pueblo costero que tienes que ver a las afueras de Dublín
Es hora de alejarnos un poco de la urbe y su ajetreo. Si te apetece degustar buena comida y conquistar rutas de senderismo con paisajes que quitan el aliento, sin duda tienes que ver el pueblo de Howth, cerca de Dublín.
Ruta verde Howth Cliff Walk
En la costa más oriental de esta pequeña península se encuentra una ruta maravillosa para practicar senderismo. Unos 3,5 km bordean una costa llena de acantilados y vistas de ensueño.
Para poder llegar hasta aquí, el método más sencillo es tomar el DART (Dublin Area Rapid Transit) en dirección a Howth.
Para ello, te servirán las estaciones de Pearse y Tara Street Railway Station, que estám cerca del río Lyffey. El viaje trayecto dura unos 27 minutos y llegarás a la estación de Howth.
Si quieres tomar fuerzas antes de iniciar la caminata, casi sin desviarte del camino tienes el restaurante 30 Church Street Howth. Hace honor a la fama de pueblo pescador y sirve unos platos del pescado más fresco que puedas encontrar. Aunque toda la carta que sirven está para chuparse los dedos.
¡Eso sí! No te pases demasiado comiendo que luego las cuestas de montaña se hacen más difíciles!
Cuando te hayas preparado, dirígete a Howth Cliff Walk Car Park, siempre bordeando la costa norte del pueblo. Una vez allí, solo tienes que dejar atrás el parking hasta ver un sendero de tierra. Ese es el comienzo de tu aventura.
¡Disfruta de las vistas!
Deer Park Golf
En este lugar a las afueras de Dublín podrás ver el parque de Golf Deer, donde si te apetece, podrás echar unas partidas a un precio muy asequible. Pero aunque puede ser divertido, la verdad es que no te recomiendo que vengas aquí por ese motivo.
En algún lugar de este parque, escondido entre la vegetación, yace un antiguo monolito de piedra. Los lugareños lo conocen como la Tumba de Aideen.
La leyenda dice que Aideen, hija del gobernante de Howth, tenía el corazón más puro de aquellas tierras y amaba la música por encima de todo.
El esposo de Aideen fue un gran guerrero, pero acabó cayendo en la batalla, lejos de su amor. Y ella, con el corazón roto por la pérdida, se durmió mientras lloraba para no volver a despertar. El padre de Aideen mandó que su lugar de descanso fuera esta tumba. ¿Por qué?
Porque según se cuenta, los árboles aquí cantaban bellas melodías mientras se mecían con el viento. Así, ella podría disfrutar de la música que tanto amaba hasta el fin de los tiempos.
Si te acercas a visitar el monolito, quizá seas capaz de escuchar las canciones que entonan los árboles, igual que Aideen. Sería increíble, ¿verdad?
Biblioteca Marsh
Si la lectura o la escritura son tus aficiones, este punto para ver en Dublín posiblemente te guste tanto como a mí.
Esta biblioteca se encuentra justo detrás de la Catedral de San Patricio, por lo que te resultará muy fácil acercarte si estás visitando el famoso edificio.
La biblioteca Marsh se encuentra en St. Patrick´s Close y el interés en ella es doble. En primer lugar, porque es la primera biblioteca pública de toda Irlanda, fundada en 1707.
No solo podrás encontrar todo tipo de libros y volúmenes antiguos en su interior, también podrás admirar la propia belleza del edificio y la manufactura de las estanterías que protegen los valiosos libros.
En segundo lugar, en esta biblioteca estudió y escribió el mismísimo Bram Stoker, autor de la novela Drácula.
Si estás escribiendo un libro o un blog, quizá pasarte unas horas rodeado o rodeada por los mismos muros en los que Stoker creó su atemporal obra te llene de inspiración.
3 consejos para ver Dublín sin percances
Viajar a otro país es una de las cosas más emocionantes que podemos sentir, especialmente si es la primera vez.
Pero eso significa que muchas cosas nos pillan de nuevas y podemos encontrarnos con algún obstáculo imprevisto que nos arruine el día.
Por eso, antes de despedirme te voy a dar unos cuantos tips para que viajes con mayor seguridad a la Ciudad Esmeralda.
Lleva efectivo para el autobús en Dublín
Los conductores de autobús dublineses no aceptan tarjeta. Al menos así era la última vez que lo comprobé.
Pero aún más importante: tampoco llevan cambio. Esto quiere decir que si no les pagas el importe exacto del billete, ¡perderás la diferencia!
El billete más barato son 2 €, así que lo mejor es que lo lleves justo. Tampoco aceptan billetes, solo monedas.
Si usas el autobús continuamente para desplazarte por la ciudad, te aseguro que se puede ir un verdadero dineral sin que te des cuenta.
Atención a los horarios comerciales
Como viene siendo habitual, en los países europeos que no limitan con el Mediterráneo, Dublín suele cerrar sus comercios bastante pronto.
Ten esto en cuenta cuando vayas a deambular por sus calles. La mayoría de locales, restaurantes y puntos turísticos cerrarán sus puertas a las 19:00 h.
Tal y como puedes ver en el post sobre Slow Travel, es interesante que te adaptes a la vida cotidiana del país que vistas y a los horarios. Más que nada, te lo digo para que no te pille por sorpresa y te vayas a la cama sin cenar. 😀
Los precios más asequibles en Dublín
Sigo defendiendo eso de huir de las zonas más turísticas y, en este caso, hay un motivo de peso: el dinero.
Si quieres que tu estancia en Dublín sea lo más barata posible, busca tu alojamiento en la zona que queda al norte del río Lyffey.
Históricamente, siempre ha sido una zona más humilde que al sur del río, y eso se nota en el precio de sus hoteles.
Puedes encontrar alojamiento con una relación calidad precio muy buena y ahorrarte unas cuantas decenas de euros que podrás gastar en otras cosas.
Por cierto, si quieres conocer otros lugares además de Dublín, no te pierdas el artículo sobre qué ver en Irlanda, con recomendaciones de sitios increíbles por todo el país.
Y hasta aquí llegan mis recomendaciones sobre esta ciudad llena de naturaleza, habitantes famosos por su amabilidad y magia celta flotando por el ambiente. ¡Ah! Y cerveza, ¡mucha cerveza!
¿Qué más se le puede pedir a un lugar? Para mí, Dublín es una auténtica joya y no solo porque la llamen la Ciudad Esmeralda.
Por cierto, si quieres aprovechar tu estancia para estudiar, puedes contactar con GrowPro Experience para que te ayuden a encontrar la mejor opción de estudios para ti.
¡Cuéntame! ¿Has estado allí? ¿Tienes ganas de visitar Dublín?
Deja un comentario: quiero saber qué piensas, si hay más lugares que quieres recomendar… Te lo agradeceré mucho y estaré encantada de añadirlos. Así, entre todos, hacemos este blog mucho mejor. 😉
¡Nos vemos pronto!