¡Hey! ¿Pensando en viajar pronto?
Hazte AQUÍ con este descuento del 5 % para tu seguro de viajes con IATI, la aseguradora con más experiencia, mejor relación calidad-precio y de las mejor valoradas en el mundo viajero.
Viajar en autocaravana o cualquier tipo de casa viajera es una forma de viajar súper interesante y si te lo montas bien, muy económica (pasada la inversión inicial obviamente) y flexible.
Nosotros ya hemos hecho algún pinito con una autocaravana y durante esta vuelta al mundo es probable que nos planteemos la compra (y posterior venta) de un vehículo adaptado para recorrer Nueva Zelanda y parte de América del Norte.
Te contaré nuestra experiencia en el futuro, pero hoy, Igma, creador de About-Haus y alumno de Crea Entrevistas Memorables, se ha pasado por el blog para darte algunos ejemplos reales de personas que han utilizado magistralmente esta forma de viajar, así como, algunos principios básicos de diseño por si decides crear tu propia casa rodante.
Todo tuyo Igma.
Viajar en autocaravana: Ejemplos reales de casas viajeras y cómo adaptar la tuya propia
¿Quién no ha imaginado viajar con su camioneta adaptada a medida?
¡La cocina, la cama, los libros, el baño y el perro! Parar cuando quieras y partir cuando te den ganas…
¿Quién no imaginó de niño aquel día cuando fuésemos «más grandes» y pudiéramos andar solos en una bicicleta?
De chiquitos tenemos un afán interior por querer movernos, montarnos sobre algo que nos mueva, cerrar los ojos y sentir el viento golpear nuestra cara.
Hasta el día de hoy mi medio de transporte preferido ha sido la bicicleta.
Aprender a montarla y las posteriores aventuras con ella y mis amigos es de las cosas que más recuerdo de mi infancia en el Desierto de Atacama.
De grande me fui montado en muchas otras cosas, y viajé, y me fui dando cuenta de que cada medio de transporte -cada objeto- influye física y emocionalmente nuestro viaje.
Seguro tiene que ver con la velocidad a la que nos movemos, la postura corporal y las distintas posibilidades de percibir el paisaje.
Por ejemplo, a mi encanta la velocidad cuando viajo en tren y siempre elijo sentarme en los asientos que miran en la dirección opuesta a mi destino.
Los aviones me parecen eficientes y aburridos, las horas de espera por conexiones son lentas, el tema del jet lag es una joda y hacer largos viajes en clase turista (no queda otra) es de lo mas incómodo.
Pero lo cierto es que cada viaje está asociado, inevitablemente, a los medios de transportes que usemos.
Y estos, por lo general, los elegimos por confort, por el presupuesto o tiempo que tenemos, porque implican una nueva aventura o porque son lo único que hay disponible.
Muchas veces el medio de transporte es solo eso, un medio. Un medio para conseguir un fin: llegar a nuestro destino.
Y cuando hablamos de nuestros viajes -o compartimos las fotos- por lo general hablamos de lugares específicos: nuestros destinos.
Click para twittear:
Rara vez hablamos de la ruta, de lo que sucede en el camino mientras viajamos hacia algún lugar.Y a veces también nos pasa que si cambiamos, levemente, la mirada que tenemos sobre algo, aparecen nuevas cosas, pensamientos nuevos, ideas que estaban como dormidas.
¿Y si el viaje estuviera en el trayecto y no en el destino? Y el destino fuera el medio -quizás la excusa- para poder disfrutar de la ruta…
Hoy te invito a disfrutar del trayecto, de la ruta. No habrá destino en este post.
Vamos a viajar lentito, disfrutando el paisaje y decidir para a comer cuando queramos.
Por favor, déjame volver a formular esta pregunta:
¿Quién no ha imaginado viajar con su camioneta adaptada a medida? La cocina, la cama, los libros, el baño y el perro. Parar cuando quieras y partir cuando te den ganas…
Seguro que muchos de nosotros, ¿Verdad?
Porque la casa viajera es como una mochila más grande que probablemente nos lleve a destinos atípicos, donde no se puede llegar en transporte público o donde no vive la gente.
La casa viajera trae consigo varias ventajas comparativas:
- Los tiempos de viaje dependen exclusivamente de ti.
- Tendrás varias opciones para poder elegir la ruta que más te convenga.
- Hay muchas opciones de modelos de casas viajeras que podrás elegir.
- Mientras más personas viajen los gastos se comparten y reducen.
- Es una muy buena opción para largos viajes con niños o mascotas.
- Olvídate de comprar pasajes, pagar hostales, transbordos, me tengo que ir, etc. (suena bien, ¿no?)
Y si queremos empezar a hablar de casas viajeras, primero lo primero:
La clásica «Combi» de Volkswagen
Seria imposible hablar de casas viajeras sin detenerse en la clásica Combi de Volkswagen, la cual se viene produciendo desde hace más de 65 años!
El nombre proviene de la abreviación Kombi de la palabra alemana Kombinationfahrzeug, que significa vehículo de uso combinado.
En su origen fue un vehículo para distintos usos como bomberos, ambulancia y transporte de carga en plena reconstrucción de las ciudades Alemanas de post-guerra.
Hay algo de belleza en el diseño de esta camioneta.
Probablemente se deba a sus formas curvas, tan olvidadas en el diseño de autos y la arquitectura, pero tan presentes en la naturaleza.
También es un vehículo cargado de simbolismo, icono de los años 60 en la comunidad hippie de California, asociado a una estilo de vida nómada, donde se viaja de forma sencilla y libre.
Desde el primer modelo en 1950 ya van 5 versiones de la Combi.
Desde entonces se han optimizado mucho las condiciones mecánicas y de seguridad pero la Combi mantiene intacta su simpleza y encantador estilo.
En cuanto a su espacio interior, están muy bien cuidadas las dimensiones, la distribución de los muebles es eficiente y los modelos que incorporan el techo plegable alcanza casi los 2m. de altura.
Las mesas y asientos se desmontan o giran para posibilitar distintos usos, y por la noche se despliega una cama para dos personas de 1,92 x 1,22 metros.
No hay dudad que la Combi es una alternativa, más que valida, para emprender «un viaje de aquellos» en tu casa viajera.
En la web encontrarás foros, grupos específicos para cuestiones mecánicas, bloggers que van contando su travesía junto a su Combi, empresas que las alquilan o las venden, etc.
¡Existe un Universo Combi!
De todo eso que hay me quedo con un proyecto rutero que, me parece, vale la pena conocer.
Ellos son Maru y Martin y su proyecto Kombi Rutera.
Juntos llevan casi 4 años «viajando a la velocidad del paisaje» por Latino América, compartiendo su experiencia y trabajo en su blog.
Su slogan reza: «Desde Argentina hasta Mexico, haciendo radio en una Kombi».
Pero Maru y Ruben no están solos viajando y blogueando. Conoce también a los mejores blogs de viajes (y viajeros) de habla hispana que no puedes perderte.
La casa viajera de la familia Zapp
Pero no solo de «Combis» viaja el hombre, y sin duda existen otros modelos de casas viajeras. Muchos de ellos acondicionados por los propios usuarios.
Seguro que ya conoces la historia de la familia Zapp, quienes viajan desde el año 2000 junto a sus 4 hijos en un vehículo de colección: un Graham-Peige de 1928.
Un vehículo cuyas ruedas son de madera!
Imagina que para reparar las ruedas deben ir a la herrería en vez de un taller mecánico. ¡Yo no lo puedo creer!
En uno de sus videos Herman Zapp relata su encuentro con un hombre sabio, Alonso Ordóñez, en Ecuador.
Ellos les empiezan a contar todas la cosas increíbles que les venían pasando desde que empezaron su sueño, su viaje. Y cuando terminan comienza este diálogo:
Alonso: ¿Cuál es contrario de blanco?
Hernan: Negro.
Alonso: ¿Cuál es el contrario de día?
Hernan: La noche.
Alonso: ¿Cuál es el contrario de amor?
Hernan: Odio.
Alonso: Después de un silencio… ¿Cuál es el contrario de sueño?
Se quedaron mirando entre ellos y no le encontraron respuesta…
Alonso les dice que no hay nada en contra de un sueño, que todo está a favor de un sueño.
Parece difícil, ¿no? Más de 15 años viajando, 4 hijos, cruzar océanos, ruedas de madera y educar a tus hijos en «casa», en «casa viajera» por supuesto.
Pero como bien les dijo Alonso, no hay contra, está todo a favor de un sueño…
Aniko y su encuentro con una casa viajera
Los lindos encuentros son siempre casualidades.
Suelen aparecer cuando fallan los planes previstos, los que seguramente nos hubieran llevado a otros encuentros de los que nunca sabremos.
Aniko antes que todo es una escritora y también es una bloguera de viajes. Es la chica que vive viajando desde el 2008.
En su post Cielo de Salamanca, Aniko comienza relatando sus planes de visitar Salamanca desde Biarritz vía blablacar, un sistema de coches compartidos.
Días antes recibe un mensaje donde su contacto le cancelaba el viaje.
Busca un nuevo contacto, y recibe una confirmación de un Francés: «Estaremos en un grande bus verde».
El domingo, al llegar ella al punto de encuentro ve aparecer el grande bus verde. La sorpresa no podía ser mejor:
«Es espectacular. Es un Mercedes de los años 70, reacondicionado como casa rodante: mi sueño motorizado. Uno de los chicos abre la puerta y cuando me quiero subir me empieza a ladrar un perro. ¡Hay perro y todo! Pero enseguida nos hacemos amigos y al rato se olvida de que estoy ahí.»
«La casa tiene todo lo que un viajero necesita: camas, una cocina, una biblioteca, una mesita, un sillón, música, una letrina (¡viva la letrina!). A todo esto sumarle seis tablas de surf, dos bicicletas, una moto y un perro, no olvidar al perro.»
«El viaje que iba a ser de cinco horas termina siendo de diez. Vamos despacio y frenamos varias veces en la mitad, una de ellas para cocinar. Es buenísimo esto de tener cocina móvil y poder comer en cualquier parte.»
Algo pasa con estas casas viajeras… Hay algo misteriosamente encantador en esta forma de viajar.
Está esa libertad que te dan las cosas simples y el disfrutar -en movimiento- de las pequeñas comodidades cotidianas.
Al llegar a Salamanca Aniko se baja del grande bus verde, dice adiós y los chicos siguen rumbo a Portugal.
Click para twittear:
Los encuentros de viajes son fugaces. No pueden durar más porque sino serían otra cosa.Pero cuando un encuentro se escribe, queda, de algún modo se deja constancia y vuelven a aparecer una y otra vez mientras alguien los lea.
¿Donde estarán los chicos franceses, su perro y su grande bus verde?
Por ahora aquí, contigo.
Acondicionar mi propia casa viajera
No podríamos terminar nuestra charla sin ponernos a pensar en nuestra propia casa viajera.
Acceder a una casa viajera ya acondicionada -nueva o usada- puede llegar a ser costoso y tal vez nos aleje de nuestra idea de tener la experiencia de hacer este tipo de viaje.
Mientras que evaluar la idea de acondicionar tu mism@ tu casa viajera puede ser una buena alternativa.
Son 3 las consideraciones básicas, que debes poner sobre la mesa al momento de evaluar esta alternativa de viaje:
1. ¿Me interesa solo tener la experiencia o es parte de una estrategia de viajar a largo plazo?
Si tu idea es tener solo una primera experiencia, quizás la opción mas conveniente es alquilar una casa viajera.
Existen muchas empresas dedicadas a esto, donde podrás encontrar todo tipo de modelos y rango de precios.
Por otro lado, si estas decidido a hacerte de una casa viajera, y que esta sea parte de tu estilo de viajar a largo plazo sin duda debes tener una.
Tendrás 2 opciones: comprar una o acondicionar tu propia casa viajera.
Acondicionar una será mucho más conveniente económicamente y divertido si te gusta hacerlo tu mismo y «meter mano».
2. ¿Viajo sol@ o acompañad@ por más gente?
La respuesta incidirá, directamente, con el costo económico que signifique hacerte de una casa viajera.
Un viaje de 1, 2 o hasta 3 personas podría hacerse en el mismo tipo de casa viajera que usarías si viajas sol@.
Pensar un viaje con un grupo más numeroso o una familia con niños o incluso mascotas, quizás implique optar por una opción mas costosa, una casa viajera más grande.
Aunque este punto puede ser debatible. ¡Ya viste como es el viaje de la familia Zapp, si se quiere se puede!
3. ¿Que tipo de viaje o ruta estoy pensando hacer?
Será muy distinto el tipo de casa viajera que vas a necesitar dependiendo de la ruta que elijas.
Pensar en trayectos urbanos, donde siempre tendrás acceso a servicios públicos y asistencia mecánica puede determinar el tipo de casa viajera.
Si estás pensando tu viaje a territorios aislados, como puede ser algunos desiertos, la Patagonia o los territorios del norte de Canadá, tendrás que pensar una casa viajera mas robusta, auto-suficiente y profundizar tus conocimientos de mecánica.
Do it yourself (DIY): Hazlo tu mismo!
Diseñar y acondicionar tu propia casa viajera puede ser una aventura tan emocionante como el propio viaje.
Estoy convencido que la cosas que hacemos nosotros mismos, con nuestras manos, tienen un valor especial.
Hay un sentido sano de apropiación y se conoce muy bien el objeto construido. ¡Hay también cariño, orgullo y satisfacción de saber que yo lo hice!
¿Pero, cómo lo hago para empezar a acondicionar mi propia casa viajera?
Pues como todo. Primero necesitas la voluntad de hacerlo, creer en lo que haces y disponer del tiempo que este trabajo te demande.
Los 3 primeros pasos a considerar:
1. Presupuesto:
Deberás separar tu presupuesto en 3 ítems principales:
- Comprar el vehículo.
- Acondicionamiento mecánico: dependiendo del estado actual, mejoras, ajustes, repuestos, etc.
- Acondicionar y adaptar el interior de la casa viajera a tus necesidades específicas.
2. Aprende mecánica.
Hay personas que les encanta este tema. Si eres de estos, enhorabuena, lo vas a disfrutar como un niño su bicicleta.
Si eres como yo y no tienes idea de mecánica, pues a aprender. Que todo se aprende en esta vida, sobre todo cuando ese aprendizaje te ayuda a cumplir tu sueño.
3. Diseño interior de la casa viajera.
No necesitas ser arquitecto ni tener experiencia de diseño, nada de eso. Recuerda que nadie mejor que tú conoce lo que necesitas para tu viaje.
Por lo demás la escala de trabajo será muy abordable por ti mism@ con apoyo puntual en cuestiones técnicas que no manejes.
Será un trabajo de diseño muy parecido a cuando eras niño o adolescente y te pasabas tiempo decorando tu cuarto. ¡Tú le darás el toque personal a tu casa viajera!
El programa básico o «elementos’ que debes considerar para la casa viajera pueden ser:
- Cocina/horno/micro-ondas
- Lavaplatos
- Refrigerador
- Mesa desplegable
- Sillones/asientos
- Muebles/despensa
- Baño (importante)
- Cama
- Porta equipaje exterior
- Sombrilla exterior y objetos/muebles de uso exterior
Por supuesto que estos requerimientos podrán variar dependiendo de tu estilo de viaje, el tamaño interior del que dispones y tu presupuesto.
Debes considerar que hay muchos elementos que una vez que paras, se despliegan y forman parte del exterior de la casa viajera.
Si las condiciones climáticas lo permiten tu viaje puede ser muy al aire libre y deberás estar preparado@ con los elementos tipo camping, y por supuesto tu traje de baño!
3 principios de diseño importantes a tener en cuenta:
1. Menos es más
Al igual que cuando viajas de cualquier otro modo, solo incluye lo indispensable.
Es importante que el espacio interior de la casa viajera sea espacioso dentro de sus posibilidades, y que se pueda usar y disfrutar mientras se viaja.
Recuerda que no vas en un auto, es una casa!
2. Cada centímetro cuenta
No hay espacio extra y deberás de estudiar muy bien las dimensiones de cada mueble: su ancho, su profundidad y su altura.
Privilegia siempre el espacio libre, procurando que los muebles alcancen para lo que necesites, nada más.
No es lo mismo una persona que mide 1.63 que otra que mide 1,92. Así que no hay reglas ni dimensiones generales de diseño.
Guíate por la proporción de tu cuerpo y de los que viajaran contigo al momento de acondicionar tu casa viajera.
3. Todo se desmonta, se despliega y tiene múltiples usos.
La idea que un objeto tenga múltiples usos es inteligente, eficiente y tiene sentido.
Al diseñar en espacio reducidos el objetivo principal es aprovechar al máximo el espacio disponible.
En este caso deberás de tratar de aplicar al máximo estos 3 principios de diseño.
Asientos y muebles que se mueven, giran, se estiran, se bajan y suben de la casa viajera, y una cama que aparece y desaparece!
Vivir en una casa viajera
Yo sé que la sola idea de «la casa propia» está llena de miedos e ideas que nos paralizan y no nos dejan empezar a construir nuestra casa y, a veces, ni siquiera plantearnos esa idea.
Pero existe una alternativa -siempre las hay- a una casa convencional.
Ideal para personas que definitivamente quieren cambiar su estilo de vida.
Es un cambio en la concepción misma de la casa tal como la conocemos.
Hablamos de una casa mínima y que se puede mover o cambiar de lugar si así lo deseamos.
Una opción perfecta para aquellos que deciden viajar sin fecha de regreso, y donde trabajar, viajar, ir o volver son una misma cosa: tu estilo de vida.
Lo más cercano a este concepto podría ser lo que se conoce como «Tiny House» o «Casa Pequeña».
Detrás de este tipo de viviendas hay un movimiento social que promueve reducir, considerablemente, el espacio construido en el que se vive.
Gastar mucho menos dinero en construir tu casa y reducir la huella ecológica.
La idea central es construir casas de un máximo de 50 m2, llevar una vida mas sencilla, abierta hacia el espacio público y tener más libertad para moverse y cambiar de ciudad.
De hecho un gran numero de Tiny Houses (no todas) son casas móviles. Lo cual posibilita la idea de viajar en ellas si lo tuyo es tener un trabajo online y ser un nómada digital.
¿Cuánto cuesta construir una Tiny House?
Como siempre, dependerá de varios factores.
Incide el lugar donde vives, el costo de los materiales, el diseño, la calidad de los detalles interiores que elijas, la mano de obra, etc.
Me atrevo a decir que una Tiny House entre 25 -30 m2 con buenas terminaciones interiores puede rondar los USD 25,000.
Alguien podría decir (y con justa razón) que USD 25,000 es mucho dinero.
Pero, detente un poco a pensar en esto: ¿Cuánto gastas en alquiler en un año?
Una persona que paga USD 700 mensuales en alquiler, en 3 años va haber gastado USD 25,200
Y estoy hablando de una persona, para una pareja tal vez USD 24.000 es el dinero que juntos gastan en 2 años de alquiler.
Una Tiny House de 18 m2 y un costo de USD 19,583
Elegí mostrarte esta Tiny House porque el diseño es simple, las proporciones interiores están cuidadosamente estudiadas y los detalles interiores muy bien construidos.
Me gusta también que Macy (la propietaria) luego de construir su casa desarrolló su plataforma MiniMotives, donde cuenta su historia y apoya a otras personas que quieren construirse una Tiny House.
Esta casa se empezó en el año 2011 y se demoraron 18 meses en construirla. Además Macy consiguió USD 5,940 por concepto de Sponsors.
¡Una Crack, Macy!
Otro buen ejemplo de que cuando sigues tu sueño, no hay nada en contra. ¡Todo está a favor de un sueño como dicen por ahí!
Así como la pequeña casa de Macy hay muchas mas. El mundo esta lleno de increíbles casas pequeñas que te inspiraran a vivir con menos.
Menos es mas decía un Arquitecto famoso.
Ahora bien, ¿me dejarías volver a plantear, por tercera vez, la pregunta inicial?
Esa de, ¿quién no ha imaginado viajar…?
No lo haré, no lo haré, no lo haré… no hay vuelta atrás ni destino es este post.
Sólo espero que este paseo por distintas «casitas viajeras» te impulse a imaginar nuevas rutas, planes nuevos con la gente que quieres y nuevas maneras de experimentar tus próximos viajes.
¿Ya has viajado en autocaravana u otro tipo de casa rodante? Si no, ¿tienes pensando hacerlo?
¿Conoces más ejemplos reales de personas que nos inspiren a viajar en cuatro ruedas?
¡Cuéntamelo en los comentarios! 🙂