Recuerdas cuando de niño te preguntaban: «¿Qué quieres ser de mayor?».
Lo normal era responder: astronauta, futbolista, bombero, arqueólogo…
Y si te fijas, todas esas profesiones tienen algo en común: son unos trabajos que te hacen soñar.
- Pisar la luna.
- Regatear a 10 jugadores y marcar un gol increíble.
- Luchar contra el fuego.
- Salvar vidas.
Todas estas profesiones tienen algo épico y especial. Aunque si te digo esto no es por las profesiones en sí, cualquiera vale.
A lo que voy es que cuando eres niño escoges ese trabajo pensando en lo que te va a hacer feliz. En vivir aventuras y que cada día sea trepidante.
En cambio, cuando creces (y no mucho), todo cambia. Esos sueños se desvanecen y te tienes que resignar a estudiar una carrera que no te convence, pero con la que, supuestamente, encontrarás un buen trabajo.
Seguro que esta historia te suena. Hasta es posible que tú mismo estés atrapado en el mercado laboral actual. Un trabajo gris y desmotivador por un sueldo mísero que solo te permite 30 días libres al año.
Ahora vuelve a responder la pregunta del principio: «¿es esto lo que quieres ser de mayor?».
Durante el año 2017 estuve a la sombra preparando el lanzamiento de la Escuela Nómada Digital y estuve meses y meses investigando sobre nuevos mercados laborales, los cuales tienden de forma inevitable hacia el trabajo en remoto.
Me he vuelto loco analizando cuáles son las denominadas profesiones del futuro, los trabajos con más salidas y los perfiles más demandados. Por eso, hoy te quiero contar todo lo que he descubierto en todo este tiempo y el análisis/conclusiones que he sacado al respecto.
Prepárate, porque aquí te enseño cuál es la VERDADERA realidad del mercado laboral y las opciones que tienes de encontrar ese trabajo de tus sueños de cuando eras niño (sea cual sea).
Te aseguro que va a haber cosas que te van a sorprender.
El paradigma laboral actual: la victoria de la ilusión en las profesiones del futuro frente al desencanto del presente
“Tu trabajo va a ocupar una gran parte de tu vida y la única forma de estar verdaderamente satisfecho es hacer lo que crees que es un gran trabajo. La única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Si no lo has encontrado aún, sigue buscando. No te conformes”.
Steve Jobs.
Vivimos en una nueva economía impulsada por la tecnología, por la información y por el conocimiento.
Aunque en el siglo XXI las oportunidades están de nuestro lado más que nunca, la mayoría de personas no son conscientes de ello o, peor aún, miran hacia otro lado. La amplia mayoría de la sociedad continúa pensando de forma idéntica a como lo hacían en la Era Industrial.
Por eso, la crisis del covid-19 lo que ha hecho es acelerar la tendencia natural del mercado hacia la digitalización.
Hoy, más que nunca, debemos aprovechar esta oportunidad que se nos ha brindado de forma fortuita y subirnos al tren del futuro antes de que se escape.
Déjame ahora darte unos datos.
- El 87% de la población mundial está insatisfecha con su trabajo.
- Mientras que los salarios y la felicidad en los trabajos tradicionales caen en picado, el 66% de los freelancers de Norteamérica ganaron más que el año anterior. Además, el 85% respondió que están felices y motivados con su trabajo.
- Los empleos mejor pagados del mundo no existían hace unos años y los peor pagados están muriendo poco a poco debido a las nuevas tecnologías.
Los datos son como poco interesantes, ¿verdad?
Y no hemos hecho nada más que empezar.
El motivo de este post es buscar, analizar e interpretar a qué se deben estos datos y ver cuáles son las opciones que existen para salir de este atolladero.
Espero que te sirva para diseñar un cambio (a mejor) en tu vida.
Cómo formar parte del exclusivo 13% de la población mundial que es feliz en el trabajo: el propósito
Aunque el siguiente estudio, elaborado por Gallup, se dirige a los líderes de las grandes empresas, yo lo voy a enfocar al individuo, vamos, a ti.
El informe lo revela claramente:
- Quieres estar inspirado.
- Descubrir y desarrollar tus talentos dentro de tu oficio.
- Luchar por un objetivo más elevado (incluso utópico o soñador) y que sea acorde a tu ética y valores.
Da igual que seas emprendedor o trabajador por cuenta ajena, tú quieres que tu vida profesional y personal tenga significado. Dejar un legado para el resto. Y esto tiene un nombre claro: propósito.
“Lo que el hombre realmente necesita no es un estado de relajación, sino la lucha y el desafío de una causa que merezca la pena. Un propósito elegido libremente” . Viktor Frankl.
Según el mayor estudio realizado sobre el propósito en el trabajo, el 58% de las empresas que desarrollaron un propósito y lo transmitieron a sus empleados, alcanzaron un crecimiento superior al 10% en los últimos tres años.
Click para twittear:
El 58% de las empresas que desarrollaron un propósito, crecieron más de un al 10% en los últimos 3 añosPero aún mejor, el 85% de las empresas que lucharon por un propósito tuvieron beneficios positivos, mientras que el 42% de las empresas sin un propósito claro tuvieron pérdidas.
Si nos vamos al ámbito individual, el mismo estudio nos muestra que el 73% de las personas que tienen un propósito profesional están satisfechas con el trabajo que desarrollan.
¿Qué características tiene un buen propósito?
Según el estudio hay tres principales:
- Crear un impacto positivo en el resto de la sociedad.
- Provocar un desarrollo personal para ti, un aprendizaje.
- Que en el día a día se creen relaciones personales y profesionales fuertes y productivas.
Dicho así queda muy bien. Sin embargo, la gran mayoría de las personas no tenemos claro cuál es nuestro propósito y terminamos perdidos en el camino. Normalmente, sucede por tres razones:
- Perdurabilidad: a los 18 años elegiste un trabajo que creías que iba a durar para siempre. Hoy día no está acorde con tu propósito o, simplemente, dicho empleo desaparecerá en los próximos años (como veremos más debajo).
- Certezas: Para cambiarlo, crees que necesitas saber qué hacer con tu vida, y además, con una certeza absoluta. “Buscas”, pero no “haces”.
- Riesgo: no te has atrevido a pagar el precio que tiene trabajar (para ti o para otros) por un propósito firme, el riesgo.
Una gran realidad se desprende de esto…
“La libertad es inversamente proporcional a la seguridad”.
Muchos de nosotros, entre los que me incluyo, creímos que nuestro propósito estaba ligado a unos estudios reglados superiores.
Nos equivocamos.
Click para twittear:
El 73% de las personas que tienen un propósito están satisfechas con el trabajo que desarrollanDe nuevo, con los datos estadísticos delante, vemos que las tasas de felicidad y compromiso son más altas entre los europeos con una educación elemental que entre aquellos que poseen una educación universitaria o superior.
Este dato viene motivado porque muchísimas personas muy cualificadas se han visto forzadas a conformarse con trabajos en los que no desarrollan parte o ninguna de las áreas en las que se han especializado.
Comprobado el hecho de que a mayor formación tradicional es menor el propósito y la felicidad, en España y la mayoría de países europeos, nos continuamos aferrando a esa “falsa seguridad” con mayor titulaciones: más carreras universitarias, más másteres, más becas…
Como afirma una gran cita del estudio “para la mayoría de personas, un año más de estudio no será el mejor camino para desarrollar un empleo que potencie sus talentos naturales”.
No tener un propósito firme nos ha llevado al declive laboral.
Click para twittear:
Para la mayoría de personas, un año más de estudio no hará que encuentren un empleoPor ejemplo, España, Chipre, Italia, Grecia o Rumanía se sitúan con tasas de trabajo temporal involuntario por encima del 75% y con porcentajes aún más alarmantes en el empleo a tiempo parcial involuntario llegando hasta rozar el 90% de personas.
Pero no pienses que esto es un mal asentado solo en el sur de Europa, Asia y Centro-Sudamérica.
Estados considerados económicamente fuertes como Bélgica, Finlandia o Francia también rozan (o superan como en el caso de Bélgica) la barrera del 75% de trabajo temporal involuntario en proporción con el empleo total (o lo que es lo mismo, solo el 25% de las personas lo hacen voluntariamente).
Está claro que estudiar una carrera universitaria o un posgrado no te garantiza encontrar un trabajo ni un propósito que aporte valor a tu vida. Sin embargo, podemos darle la vuelta a la tortilla… crear un propósito es una perspectiva más acertada que buscarlo.
“En la acción y no en la reflexión encontrarás tu camino”.
Esta es una ardua tarea que requiere un gran compromiso contigo mismo, por eso la mayoría abandona antes de comenzar.
Un primer y sencillo paso sería localizar el tipo de empleos o actividades a desarrollar en los que hay más probabilidad de crear un propósito. Según Imperative hay cinco funciones principales:
- Servicios sociales y comunitarios.
- Emprendimiento.
- Educación.
- Servicios de salud.
- Investigación.
Si no lo tienes claro, un paso lógico sería comenzar a investigar dentro de estas cinco temáticas para crear un propósito que te haga feliz.
Ten en cuenta que las diferentes habilidades pueden ser complementarias, no hay reglas grabadas en piedra para dar en el clavo exacto ni tampoco que sirvan para todo el mundo.
El propósito no es genético, no nacemos con una orientación de trabajo predeterminada, pero la variación en la orientación del propósito por país y cultura demuestra que la crianza y la educación pueden ser factores decisivos.
Una estadística como esta, solo es un (buen) punto de partida.
Hay que ser conscientes de que el propósito es una pieza fundamental pero no es la única. El dinero es otra piedra angular para poder llegar a ser feliz y responder a la pregunta de “por qué trabajamos”.
Aunque no es el factor número uno, sería necio negar que unos buenos ingresos junto con el aumento del status, siempre es motivador.
Si quieres crear una vida con propósito ligada a un trabajo con significado y, además, recibir una buena remuneración por tu empleo tendrás que analizar muy bien el período histórico en el que te encuentras.
Mientras que hay crisis en muchos sectores, otras economías no paran de crecer. Por eso se habla de las profesiones del futuro. Mientras que muchos de los trabajos actuales están condenados a desaparecer, la demanda de nuevos perfiles de trabajadores sube como la espuma.
La revolución digital: cómo no ser reemplazado por un robot
Para seguir profundizando hasta encontrar una respuesta coherente que nos revele cómo llegar a dicho 13 % (recuerda que empezamos con el dato de que el 87 % de los trabajadores era infeliz con su trabajo), necesitamos comenzar mirando al presente.
Un trabajo con propósito, para ser útil y realista, tiene que tener demanda.
Por eso, el nuevo paradigma laboral se debe contextualizar dentro del período conocido como la Revolución Digital o Tercera Revolución Industrial, lo que ha conducido inevitablemente a un cambio de Era.
¿Qué repercusiones ha tenido y tendrá esto en la economía, en el trabajo?
Muchas y duras.
Bienvenido a la Era de la Información (o Era Digital o Era Informática) en la que:
- Si tu trabajo es físico y lo puede hacer una máquina, serás reemplazado por ella. (Industria 4.0).
- Si tu empleo tiene un alto componente de pensamiento racional, también serás reemplazado por un robot (ver paradoja de Moravec).
- Muchos empleos que conoces hoy día, mañana podrían dejar de existir debido a la tecnología (ver entrevista de Jacob Morgan en El Confidencial).
- Algunos de los empleos mejor pagados del mundo no existían hace unos años. En la lista de Business Insider de 2017 aparecen “Manager en desarrollo de aplicaciones” en el octavo puesto, “Ingeniero en software” en el undécim0 y “especialistas en experiencias de usuario o UX” es el decimonoveno.
Vives en un sistema globalizado y, aunque no hayan llegado aún los robots, tu trabajo puede realizarlo una persona de cualquier país emergente a la mitad de precio de lo que te pagan a ti.
Entonces, ¿cuál es la salida?
Hay tres acciones fundamentales para resolver la encrucijada.
1. No competir en áreas donde las máquinas nos superan
La primera es formarte en un área que te apasione, pero en la que un robot no pueda competir contigo (ver “What should you study to stop robots stealing your job?»).
A partir de la página 57 de este estudio de Oxford, tienes 702 profesiones categorizadas desde el «0» (no se podría robotizar) hasta el «1» (100 % robotizable), para que te hagas una idea sobre si te encuentras en un área de peligro laboral o no.
Irremediablemente, esto nos lleva de vuelta a los cinco puntos anteriores:
Todo trabajo que tenga un alto componente de fuerza física o una implicación mayoritaria de la inteligencia lógico-matemática, será reemplazado por una máquina o dotado con un bajo salario.
Y esta teoría se vuelve a apoyar en el estudio inicial de Gallup (página 32), donde las personas que desempeñan empleos físicos tienen poco compromiso con el trabajo en sí mismo.
Sin embargo, mirándolo de un modo positivo, los mejores empleos serán aquellos que requieran mayores dotes de creatividad:
- Ideas.
- Percepción (sentidos e interpretación de los mismos).
- Empatía (sentimientos).
Aquí las máquinas no pueden vencer al hombre.
2. Destacar sobre la mayoría
Vas a trabajar en un mundo cuyas previsiones de población en 2050 ronda los 9.700 millones de personas.
Si conoces las profesiones con más futuro, lo mejor que puedes hacer es mejorar dichas habilidades para diferenciarte del resto.
Según el informe de 2016 aportado por Foro Económico Mundial, las habilidades con más demanda (y crecimiento) hasta el 2020 serán:
- Resolución de problemas complejos (36% demanda y 40% de crecimiento).
- Habilidades sociales (19% demanda).
- Habilidades en procesos (18% demanda y 39% de crecimiento).
- Habilidades en sistemas (17% demanda y 42% de crecimiento).
- Habilidades cognitivas (15% demanda y 52% de crecimiento).
En las últimas plazas se sitúan las habilidades físicas. Las que, precisamente, serán reemplazas por máquinas.
Nota: Si quieres profundizar aún más en las subcategorías de cada una de las actividades descritas puedes leer al anexo del informe “The Future of Jobs” World Economic Forum» y en la páginas 60-61 encontrarás las definiciones correspondientes.
A relación de este estudio y siguiendo la clasificación de las inteligencias múltiples que hizo Howard Gardner en 1983, las habilidades imprescindibles en el siglo XXI para desarrollar un empleo (por cuenta propia o ajena) bien remunerado y con propósito son:
- Inteligencia Lingüística: redactores, copywriters, etc.
- Inteligencia Espacial: diseñadores web o gráficos, project managers, etc.
- Inteligencia Musical: compositores, productores, etc.
- Inteligencia Interpersonal: terapeutas, coaches, etc.
Superar a tu competencia depende en mayor o menor medida de mejorar dichas habilidades con alta demanda; sin embargo, también puedes esquivar a los competidores o “compañeros de partido” buscando donde hay menos jugadores y el campo es más virgen.
Es aquí donde aparece la tercera acción fundamental que merece un apartado completo: las profesiones del futuro.
Las profesiones del futuro: terrenos llenos de oportunidades
Se consideran trabajos emergentes o profesiones del futuro a aquellos que apenas existían antes del 2008.
Conocer y analizar cuáles son los trabajos emergentes que no pararán de crecer en los próximos años es fundamental, porque dada su reciente creación, (aún) tienen un bajo nivel de competencia y unos salarios por encima de la media (debido a su alta demanda).
Como ya has visto, el éxito profesional en estos sectores tendrá mucho que ver con tu capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías e innovación.
Estos son los trabajos emergentes más demandados hoy día:
- Back End / Front End.
- Programador App de móvil.
- Desarrollador de soluciones Big Data.
- Especialista en Ciberseguridad (Hacker).
- Especialista Agile / Scrum.
- Cloud Computing.
- Especialista en experiencias de usuario (UX).
- Robótica.
- Programador HTML5.
Por ejemplo, la demanda de programadores de aplicaciones móviles se ha multiplicado por 17 en tan solo 5 años. Han pasado de apenas 316 vacantes en 2010 (Infojobs España) a 5.377 vacantes en 2015. Lo que nos da un crecimiento del 39% en un año.
El salario bruto promedio de este puesto emergente es de 31.806€ y el nivel de competencia es bajo: 7 inscritos por vacante.
En 3 años se ha multiplicado por 3 la demanda de los especialistas en UX (User Experience) y en 2016 alcanzó las 1.018 vacantes. El nivel de competencia también es bajo (20 aspirantes por plaza) y su salario promedio es de 33.009€.
Además, si buscamos la parte monetaria, encontramos algunos de los empleos emergentes dentro de los trabajos mejor pagados en 2017.
Por ejemplo, un director de informática tiene un salario bruto promedio de 50.335€.
Pero también tienes a un arquitecto informático que cuenta con una media de 42.987€/año y con solo 4 puestos por cada vacante, colocándose como el mejor pagado y con menos competencia.
Si nos vamos al otro lado del océano, la empresa australiana Virgin Money sitúa a los empleos relacionados con los medios digitales y la informática en el nº1 de las profesiones del futuro.
Pero también extraemos un dato muy importante de este artículo: el puesto nº4 lo ocupa la educación, pero no la tradicional, sino la relacionada con la tecnología, los idiomas y las operaciones de negocios.
O sea, que una vez te hayas convertido en un buen profesional, también tendrás la oportunidad de escalar tus ingresos y mejorar tu calidad de vida enseñando tu oficio.
Por otro lado, según el departamento de trabajo de los Estados Unidos, entre los trabajos más demandados del futuro se encuentran:
- Ingenieros informáticos.
- Analistas de sistemas.
- Especialistas en soporte informático.
- Reparadores de procesamiento de datos.
- Especialistas en edición electrónica.
Fuente: Trabajo del futuro – Tendencias y desafíos para el trabajo en el siglo XXI. Resumen ejecutivo. Unites States – Department of Labor).
Con estos datos, podemos concluir que el fenómeno se está extendiendo de forma global.
De hecho, en el informe de 2016 del Foro Económico Mundial, llamado “El Futuro de los Trabajos”, coincide con la mayoría de empleos o campos citados anteriormente por las otras fuentes. En este informe se les llama “conductores del cambio”.
Desarrolladores de aplicaciones móviles, Big Data, Cloud Computing se establecen en las primeras posiciones, pero también hay otras materias a destacar como la Economía Colaborativa, el Crowdsourcing (externalización abierta) o las impresiones en 3D.
La muerte de la universidad (como la conocemos hoy en día)
Mientras unos se suman al cambio que acabas de ver y ya están dentro de la nueva era trabajando en una de estas profesiones del futuro, otros siguen estancados.
España es el país con más “ninis” de la UE, pero el fracaso educativo asciende a todos los niveles, hasta el más alto.
En 2014 saltaban las alarmas cuando el paro si situaba en el 56,6% de los universitarios recién titulados. Tras 4 años después de haberse sacado el título, el 35,6% seguía desocupado.
Para mayor catástrofe, de los que encontraban trabajo un año después de terminar la carrera, el 51,5% lo hacía en empleos que tenía una cualificación menor a lo que habían estudiado. Y tras cuatro años más, el 44,5% estaba aún en la misma situación. (Fuente 1, Fuente 2).
A estos números habría que sumarles los 2,3 millones de emigrantes españoles, cifra que crece un 5,6% anual.
En 2015, de todos ellos, los nacidos en España forman un 19,5%.
Fuente: El número de españoles en el extranjero aumenta un 56% desde el inicio de la crisis. El Mundo.
La previsión es que estos datos no van a mejorar en los próximos años.
¿Por qué ha pasado esto?
A excepción de algunos países, el sistema educativo global es el mismo instaurado desde hace más de un siglo. Los Estados siguen preparando a las personas para el siglo XX, un mundo que ya no existe.
Y como ves, pasa en todos los niveles educativos.
Observando estas imágenes, el debacle laboral no es de extrañar. Al contrario, es una consecuencia lógica de lo que se enseña en la universidad. La buena noticia es que algunos países ya han modificado su trayectoria hacia un nuevo rumbo más acorde a las necesidades del siglo XXI.
Por ejemplo, en 2016, Finlandia instauró el phenomenon learning donde los alumnos trabajan por proyectos en lugar de materias, y lo realmente importante es el proceso en lugar de el resultado.
De esta manera, el alumno se convierte en un investigador para hallar la respuesta, en lugar de tener que escuchar y repetirla hasta memorizarla como es el caso de el sistema educativo tradicional.
Pero el desarrollo de la educación ha alcanzando también la formación profesional.
Su máximo exponente es la vanguardista academia 42 de código de París cuyo lema es “Born to Code?”.
No hay clases ni libros de estudio, es gratuita y no se exige ningún título académico para entrar en ella. No hay profesores que corrijan, sino que son los mismos alumnos los que evalúan el trabajo de sus compañeros.
«Los profesores y las lecciones no tienen sentido hoy en día. Poseen todo el material en Internet, y queremos que sean capaces de buscarlo, ordenarlo y filtrarlo». David Girón, director de estudios de 42.
Lo mejor de todo es que los alumnos encuentran trabajo antes de poder completar los tres años que dura la escuela; y los que terminan, o montan su propia empresa o se unen a GAFA (Google, Apple, Facebook y Amazon).
El experimento ha funcionado tan bien que esta academia también la puedes encontrar en la sede Sillicon Valey.
Casi nada, ¿no?
El punto clave de este apartado es responder a las preguntas:
- ¿Dónde y cómo vas a formarte, en la educación tradicional o en la real?
- ¿Aspiras a un empleo del siglo XX o del siglo XXI?
Pero responde de verdad. Dentro de ti mismo, contesta.
Trabajos en remoto: más tiempo y más dinero
Como espero que antes eligieses formarte en la educación real y en un trabajo del siglo XXI, te interesará saber las opciones reales que tienes de tener flexibilidad horaria y libertad de movimiento en estas profesiones del futuro.
A excepción de los países del Sudeste Asiático y los del Pacífico, en el resto del mundo aumentan los porcentajes de personas que están dispuestas a emigrar a otro país. Un alto porcentaje de estos datos vienen motivados por conflictos bélicos o crisis laborales prolongadas en el tiempo.
Sin embargo, hoy día un creciente números de personas ve emigrar como una oportunidad para mejorar habilidades profesionales, aprender un idioma, tener nuevas experiencias personales y enfrentarse a retos desconocidos.
No es de extrañar por esto que incluso en países estables y desarrollados como los del norte y oeste de Europa, las tasas de migración sean muy altas (casi el 25%).
En el siglo XXI no solo se emigra por motivos laborales – personales, sino por la necesidad de un cambio en nuestra vida.
Las nuevas tecnologías nos otorgan el placer de movernos de ciudad o de país sin necesidad de buscar un nuevo empleo, porque podemos desarrollar el trabajo de manera digital sin que sea necesaria nuestra presencia física.
Esto ha motivado el crecimiento exponencial de conceptos relativamente nuevos que están estrechamente relacionados como:
- Outsourcing.
- Freelancing.
- Nomadismo digital.
- Economía colaborativa o startups.
La contratación de personal externo (freelancers, startups y PYMES sobre todo) ha aumentado considerablemente en solo en dos años (2014-2016). En sectores como las finanzas o la procuraduría se ha duplicado y en otros como los recursos humanos o bienes inmobiliarios, ha crecido un 10%.
Incluso en ámbitos en los que el boom fue hace varios años, como las nuevas tecnologías, el outsourcing sigue creciendo de forma estable.
Forbes, por ejemplo, ya ha publicado las 100 mejores compañías que ofrecen trabajar en remoto en 2017.
Todo esto, ha generado que el el freelancer (trabajador independiente o autónomo) se haya convertido en el nuevo agente esencial en la economía global.
Según el estudio “Small Business Research Centre” realizado por IPSE en la Universidad de Kignston en 2017, el número de trabajadores freelancer en UK llegó a los 2 millones produciendo 117 billones de libras en la economía, situándose así en el grupo ocupacional que más ha crecido desde 2008.
En 2016, en Estados Unidos esta fuerza llegó a los 55 millones de personas, situándose en el 35% de trabajadores totales y produciendo un trillón de dólares en la economía del país.
El 66% de estos freelancers dijeron en la encuesta que el trabajo online les ha aumentado año tras año y el 85% respondieron que están felices y motivados con su trabajo.
Click para twittear:
En EEUU los freelancers ya son el 35% de los trabajadores totalesMuy lejos de ese 13% inicial que mencionábamos al principio en cuanto a felicidad laboral global.
Pero, ¿cuáles son las razones que mueven a las personas para este aumento drástico de profesionales independientes?
El informe es tajante. Estas son las 10 principales:
- Ser mi propio jefe (77%).
- Flexibilidad laboral (73%).
- Independencia geográfica para desarrollar el trabajo (72%).
- Escoger mis propios proyectos (70%).
- Tener un horario de trabajo que me permita disfrutar de mis otras pasiones (69%).
- Independencia financiera (68%).
- Encontrar mi propósito o trabajar en mi pasión (68%).
- Ser independiente de una oficina (68%).
- Pasar más tiempo con mi familia (65%).
Me imagino que más de una te sonará. 😉
Gracias a la libertad de horarios y movimiento, muchos de estos freelancers trabajan al 100% de forma remota. Lo que da lugar a la figura del nómada digital.
Algunos futuristas estiman que en 2035 habrá un billón de nómadas digitales en la tierra. Este dato viene argumentado en esencia por las economías emergentes como India, China o Brasil.
Cuando la mayoría de la población de estos países en desarrollo (casi el 50% de la población mundial) acceda a las herramientas que tenemos nosotros hoy día, el mundo irremediablemente cambiará de nuevo.
Click para twittear:
En 2035 habrá un billón de #nómadasdigitales en la tierraY para dicho año, las previsiones también son muy positivas en cuanto al aumento exponencial de la velocidad de Internet y de los aviones.
- ¿Qué pasaría si disponemos de una conexión de 100GB por segundo?
- ¿Cómo cambiará todo cuando un avión que antes tardaba 1 hora y media en ir desde Berlín a Londres lo haga en 30 minutos?
No hay respuestas certeras, pero no tardarán en llegar.
¿Está este nuevo fenómeno reservado para los que tenemos menos de 30 años?
Para nada, el cambio se está dando en todos los niveles sociales y ya podemos encontrar a mujeres de 60 años viviendo en Bali como nómadas digitales.
Click para twittear:
Hay #nómadasdigitales de todas las edades y clases socialesMientras tanto, grandes referencias en el mundo de la economía como Forbes o la BBC ya se han hecho eco del fenómeno de los nómadas digitales:
- What It Takes To Be A Digital Nomad, From A Startup That Creates Them. Celinne da Costa. Forbes.
- The digital nomads making the world their office. Jessica Bown. BBC.
Cada vez más, estos nómadas digitales prueban en el campo de las startups o empresas emergentes. Negocios que solo en España crecieron un 26% en 2015 (fuente).y levantaron 502 millones de euros en inversión en 2016, un 12,8% menos que en 2015 (fuente).
Sin embargo, como verás a continuación, no todo es el dinero.
Cuando el dinero no puede comprar la felicidad (aunque a veces sí)
“Recuerda que cuando abandones esta tierra, no podrás llevar contigo nada de lo que has recibido, solo lo que has dado”.
San Francisco de Asís.
La verdad es que tener un propósito claro, un trabajo creativo donde desarrollar tus mejores habilidades y un buen (o un gran) salario, aumentará las probabilidades de felicidad en tu vida… pero no te las garantiza.
Fíjate en el hecho de que algunas de las personas más ricas del mundo ahora se dedican a la filantropía. Está el caso de Bill Gates o Warrent Buffet que han donado más del 90% y el 80% de sus fortunas respectivamente.
Para ahondar un poco más en la relación que hay entre el dinero (estabilidad y seguridad profesional) y la felicidad tenemos que remontarnos a 1974.
En este año, en un estudio publicado por Richard Easterlin se afirma que una vez satisfechas las necesidades básicas (económicamente hablando), ganar más dinero no es un factor esencial para ser más feliz. Esto dio lugar a lo que se conoce hoy día como paradoja de Easterlin, la cual ha sido criticada y revisada por muchos economistas contradiciendo sus argumentos.
Sin embargo, en 2010 y para callar las bocas de sus enemigos, Easterlin volvió a realizar sondeos para publicar un nuevo estudio que confirmase lo que ya había dicho 36 años atrás.
Aunque sí deja claro 2 puntos:
- Si la economía particular o global cae en picado, la felicidad también.
- Las conclusiones solo son aplicables a largo plazo, mínimo 10 años.
Es importante tenerlo en cuenta.
Pero la siguiente pregunta a realizar sería, ¿cuál es el límite económico de la felicidad?
Según el estudio realizado por Daniel Kahneman y Agnus Deaton para la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, hay un punto exacto donde la curva de la felicidad no aumenta por más que los ingresos incrementen.
La media para los Estados Unidos se ha constituido en 75.000$ anuales, pero varía en cada Estado según los costes de vida que haya en el mismo.
Teniendo en cuenta la comparativa estadística aportada por Datos Macro entre USA y España:
- Saldo medio en España: 27.710€ (muy optimista, para mí).
- Saldo medio en USA: 47.469€.
Nos da un factor de disminución de 0,58374939. Con lo que los 75.000$ se podrían extrapolar a 43.781$ o 37.000€ en España. O lo que es lo mismo, para satisfacer tu felicidad económica te bastarían con 3.083€/mes. Ganar más, no implicará mayor felicidad.
Nota: si no quieres extrapolar datos serían unos 63.500€ anuales, unos 5.300€/mes. Aunque lo interesante no es la cantidad, sino el concepto.
Así que podemos concluir que:
- Tener más ingresos aumenta la felicidad, pero solo hasta que cubres lo esencial y un buen confort: alimentación, salud, familia, ocio, viajes, etc.
- Efecto dominó: si cae la economía global y particular en picado, decrece la felicidad.
- Tener más dinero no te garantiza ser más feliz cuando están cubiertas estas necesidades: esto implica que dedicar más tiempo en hacer más dinero no tiene sentido.
El mundo laboral-profesional asentará las bases de tu vida, pero tienes que ir un paso más allá para completar el complicado puzle de la felicidad.
Click para twittear:
Alcanzado un determinado punto, ganar más dinero no te hace más felizEsta teoría se refuerza con la conocida pirámide de Maslow.
En 1043, Abraham Maslow desarrolló «Una teoría sobre la motivación humana» donde explica que el ser humano atiende a cinco necesidades jerarquizadas. Solo cuando nos hayamos ocupados de las inferiores, podremos aspirar a cubrir también las superiores.
Estas son:
- Necesidades básicas relacionadas con la propia fisiología: alimentación, tener sexo, descansar, etc.
- Necesidades de seguridad y protección: empleo, recursos, salud y vivienda.
- Necesidades sociales: aceptación social, amistades y pareja.
- Necesidades de estima: reconocimiento, reputación, logros, independencia y libertad.
- Autorrealización: propósito.
Lo ves mejor en la imagen.
Con una educación real y un empleo emergente con un buen salario, podrás cubrir la mayoría de las partes de la pirámide relacionadas con la fisiología, seguridad, afiliación e incluso reconocimiento.
Sin embargo, como te dije antes, necesitarás un propósito firme para sentirte autorrealizado y llegar al último escalón de la pirámide.
La clave radica en fijar la cantidad de dinero que te hace falta para cubrir tus necesidades y tu confort, para conseguir unos ingresos que estén por encima de dicha barrera e invertirlos en propulsores de la felicidad: experiencias desconocidas y nuevos retos.
Ambos, acompañados de las personas correctas te servirán para continuar escalando hasta la cúspide.
Viajar para ser más feliz
Un estudio científico ha explicado en los últimos años el porqué de la típica frase que todos hemos oído mil veces: “Gasta tu dinero en experiencias, no en cosas”.
Se ha comprobado que un objeto material aumenta la felicidad un máximo de una o dos semanas; tras este período, vuelve a los niveles anteriores. En cambio, una experiencia o un reto supone un antes y un después en tu “escala de satisfacción”.
El aumento se prolonga tanto como te haya afectado, sin límites. Para las experiencias más intensas, no se vuelve a niveles más bajos de felicidad, a no ser, que sea debido a otras negativas. Pero incluso con estas “malas experiencias” que reducen nuestra felicidad; si somos capaces de hablar sobre ellas, la evaluación de esa experiencia aumenta.
Esto se atribuye al hecho de que algo que podría haber sido estresante o haya motivado nuestro miedo en el pasado, puede convertirse en una historia divertida para contar en el futuro.
“Uno de los mayores enemigos de la felicidad es la adaptación. Compramos cosas para hacernos felices y lo conseguimos. Pero solo por un período corto de tiempo. Las cosas nuevas son excitantes para nosotros al principio, pero nos adaptamos muy rápido a ellas”.
El autor de estas frases y del informe mencionado antes es el Dr. Thomas Gilovich, psicólogo y profesor en la Universidad de Cornell, Nueva York, y que lleva más de dos décadas estudiando las conexiones entre el dinero y la felicidad en los seres humanos.
“Puedes amar tus cosas materiales. Puedes incluso pensar que una parte de tu identidad está conectada con esos objetos, pero sin embargo permanecen separados de ti. En contraste, tus experiencias forman parte de tu esencia. Una persona es la suma total de sus experiencias”.
Otra parte muy importante del estudio revela que para que esos instantes de felicidad perduren en el tiempo, debemos consumir experiencias directamente junto a otras personas (y/o ayudando a otros).
Aunque se encuentren en nuestro pasado, son parte de las historias que nos contamos entre nosotros y recordamos en el presente.
“Sentimos más felicidad dando, que recibiendo”. A.C. Grayling.
Si volvemos a Maslow, podemos ver que dichas experiencias nos servirán para mejorar nuestros niveles en las 3 etapas superiores de la pirámide:
- Afiliación.
- Reconocimiento.
- Autorrealización.
En este punto, viajar es una pieza fundamental.
Como narra Stefan Klein, en su libro «The Science of Happyness»:
«Los placeres del descubrimiento, la alegría de conocer gente de otros orígenes y, finalmente, la emoción de degustar comidas que no tendrías nunca en casa, por lo general, exceden por mucho todas las pretensiones de viajar.
Me siento muy feliz dondequiera que me sienta conectado con la historia de la humanidad o de nuestro planeta, como en los Museos Nacionales de El Cairo, Atenas y Delhi, maravillados con los inicios de las culturas occidental y asiática. Sus primeros pasos en una nueva vida, y en cualquier lugar desde donde pueda vislumbrar los picos de los Alpes o, mejor aún, los Himalayas «.
En definitiva, sal de tu zona de confort y ve a por tus sueños para completar tu vida.
Haz algo grande por los demás: viaja, aprende a bailar, explora nuevas culturas, prueba gastronomías diferentes, arriesga, haz buceo, tírate de un avión, ve al concierto que siempre quisiste, enamórate…
“Es más sabio viajar 10.000 millas que estudiar 10.000 libros». Proverbio chino.
Y hazlo ahora, ahora que puedes, quizá mañana ya será tarde.
Haz algo hoy porque si no mañana te arrepentirás
¿Cómo dar el primer y difícil primer paso hacia un cambio de vida?
“Para disfrutar de la vida hay que pensar en la muerte”.
Bronnie Ware en su libro «The top five regrets of the Dying» cuenta cuáles fueron los cinco arrepentimientos más comunes que escuchó de los enfermos a punto de morir cuando trabajaba como enfermera de cuidados paliativos en su ciudad (Australia).
Son estos (te traduzco partes del libro):
1. Desearía haber tenido el valor de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí
«Cuando uno se da cuenta de que su vida está casi terminada, mira hacia atrás y es fácil ver cuántos sueños se han quedado sin cumplir. La mayoría de las personas no habían cumplido ni la mitad de sus sueños y murieron sabiendo que era debido a las elecciones que habían hecho o no habían hecho. La salud trae una libertad que pocos valoran, hasta que ya no lo tienen”.
2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro
«Cientos echaban de menos jugar con sus hijos y la compañía de su pareja. Eran conscientes de que habían dedicado demasiado tiempo al trabajo en lugar de a los suyos”.
3. Ojalá tuviera el coraje de expresar mis sentimientos
«Muchas personas reprimieron sus sentimientos con los demás. Como resultado establecieron una existencia mediocre y nunca llegaron a ser en quienes realmente eran capaces de convertirse. Muchos desarrollaron enfermedades relacionadas con la amargura y el resentimiento”.
4. Ojalá hubiera estado en contacto con mis amigos
«A menudo no se daban cuenta de todos los beneficios de los viejos amigos hasta las últimas semanas y no siempre era posible encontrarles y compartir los últimos minutos. Muchos se habían atrapado en sus propias vidas que habían dejado pasar las amistades a lo largo de los años. Todos extrañan a sus amigos cuando están muriendo”.
5. Ojalá me hubiera permitido ser más feliz
«Esto era sorprendentemente común. Muchos no se dieron cuenta hasta el final de que la felicidad es una elección. Habían permanecido atascados en los patrones y hábitos antiguos. El miedo al cambio les hacía permanecer estancos y con ansias de mayor libertad, pero nunca se atrevieron a dar un paso más y hacer lo que realmente querían».
Bronnie Ware cambió su vida al ser consciente de que ella también se iba a arrepentir en su lecho de muerte de las mismas cosas que sus pacientes.
Conclusiones sobre este estudio acerca de las profesiones del futuro y del presente
Lo voy a intentar resumir en 8 frases:
- El 87% de la población mundial es infeliz en lo que trabaja. Si quieres formar parte del 13% comienza por crear un buen propósito.
- Para poner en acción tu propósito comienza a mejorar tus propias habilidades, pero también en formarte en las habilidades e inteligencias que tendrán más impacto en la vida de las personas (las más demandadas). No lo hagas en la educación tradicional, busca nuevas y mejores alternativas.
- Sé consciente de que vives en la Era de la Información, no en la Era Industrial. El trabajo tal y como lo conocías no existe. Si quieres tener éxito profesional pon el ojo en las profesiones del futuro. Los robots no podrán reemplazarte.
- Trabaja de forma remota para tener horario flexible y tener tiempo para ti y los tuyos. Conviértete en un nómada digital y únete al cambio.
- Escala tus ingresos hasta llegar a un nivel de confort adecuado para ti. Establece una seguridad económica para ti y los tuyos, pero ten en cuenta que pasado este punto, ganar más dinero no te hará más feliz.
- Escala en la pirámide de Maslow empleando tu tiempo y dinero en los propulsores de la felicidad: experiencias desconocidas y nuevos retos.
- Viaja y cumple tus objetivos y tus sueños. Sirve y ayuda a los demás, dedica tiempo a tu autoconomiento y comparte todas las experiencias que puedas con otros. Esta es la cúspide de la pirámide.
- Comienza ahora, sino lo haces te arrepentirás en tu lecho de muerte.
«El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que se quiere sino en querer siempre lo que se hace.» Tolstoi.
Y esto es solo el principio…
En este post tienes mucho de lo que he descubierto en estos meses de investigación acerca del nomadismo digital, nuevos mercados laborales y empleos emergentes o profesiones del futuro. Este es el resultado de mucho tiempo de búsqueda de información y de análisis.
Pero desde luego no es todo lo que quiero contarte.
Aquí solo tienes los datos que corroboran lo que llevo diciendo mucho tiempo: estamos en un momento de cambio.
Y los cambios, aunque en un principio te puedan dar miedo, siempre son buenos. El cambio es el que te hace evolucionar y crecer.
Ahí queda eso. 😉
Fotografía Shuterstock: joven asiático trabaja en el aeropuerto con su portátil.