Este es un post invitado de Alfonso Rovira, creador de Algo más que un Viaje.
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Viajar de voluntario… O sea explorar el mundo y además ayudar… suena bien, ¿verdad? ¿Y qué tal si además realizas tu propio proyecto? Suena aún mejor, ¿no?
Todos nos hemos planteado alguna vez dedicar nuestros esfuerzos y energía a temas más nobles que los que nos consumen cada día.
O por lo menos, dedicarnos a menesteres más afines a nosotros, a lo que realmente llevamos dentro. A esa zona que a veces olvidamos. Esa zona en que sentimos y que está cercana al corazón. Esa zona que alimenta el alma.
Todos hemos querido pegar alguna vez una patada a la vida diaria y a las rutinas que nos consumen. Destrozar el reloj que nos esclaviza y como dicen en Ikea, declarar «la república independiente de mi casa». Y que sea una fortaleza, que sea nuestro nuevo mundo con nuestras reglas.
Decirle a tu jefe: «hoy no, bonito. Hoy he decidido viajar de voluntario y salvar el mundo».
Suena bien, ¿no?
Viajar de voluntario y pegar esa patada que tantas veces has soñado.
En mi caso yo ya lo hice hace 2 años. O más o menos, porque la realidad es que esa vida también me gustaba. Pero cuando llegó el momento, decidí hacer lo que llevaba dentro desde hacía mucho: dedicar mis esfuerzos, por lo menos durante un tiempo, a un bien mayor y a mí.
Este bien mayor fue dedicarme a hacer voluntariado en distintas ONG alrededor del mundo. Me puse a viajar de voluntario con unos proyectos centrados (por mis estudios y experiencia) en la gestión y la organización. Para ya finalmente, montar un proyecto propio en colaboración con la ONG Fundación Recover.
En este proyecto estoy cruzando África en bicicleta con fines solidarios y culturales que más adelante te explicaré.
En este artículo te explico todos los pasos a realizar para viajar de voluntario, para quien quiera hacer algo parecido, sepa por dónde empezar. Pero antes, es importante entender el porqué queremos hacerlo. Por qué hablamos de dejarlo todo.
¿Qué es realmente viajar de voluntario? Hay que conocer a fondo las razones que mueven a cada uno a tomar esta difícil decisión y hablar con otra gente que también lo haya hecho. Que os cuente su historia, entenderla y ver si realmente sientes lo mismo.
Y entonces sí… saltar al vacío. 😉
Fase 1: el estudio de campo. Ver el ejemplo existente
En la fase 1 estudiarás el ejemplo de alguien que ya ha probado a viajar de voluntario antes que tú. El objetivo es ver cómo te sientes. Porque si no sientes ese cosquilleo, quizás es mejor que te quedes como estás.
Primero, te muestro el ejemplo que me motivó a mí y posteriormente, el mío propio.
El caso que me motivó: ¿helado de fresa o aventura?
Me gusta recordar su historia pues influyó mucho en mi vida actual. Ella es gerente de una ONG y tuvo parte importante en este salto al vacío para decidirme a viajar de voluntario.
Veamos quién es esta persona que me precedió en pegar la patada y remontémonos para ello a su pasado. A un día cualquiera como hoy en el que cambió su vida.
Ella tenía que hacer un importante estudio sobre helados. De vida o muerte para su empresa. A su jefe le consumía por dentro el no saber por qué en Galicia no se consumía un determinado tipo de helado. Pongamos como ejemplo el de fresa.
Así que encargó a mi amiga dicho estudio. Ella era la persona indicada. Inteligente, diligente y efectiva. Y hasta seguramente motivada. La cuestión es que aceptó tan magno estudio.
Pero de repente, se bloqueó.
Se paralizó… sudó. Una gota fría resbaló por su frente. Un pensamiento fugaz recorrió su castigado raciocinio…»¡NO!» se decía…
No quería reconocerlo, no quería sacarlo a la luz, pero no pudo evitarlo y su cabeza lo escupió con violencia.
¡¡¡NO!!! ¡¡¡ NO!!! ¡¡¡Y NO!!!!… «¡Pero a mí qué carajo me importa si a los gallegos les gusta el helado de piña, el de fresa o si prefieren comerse unas natillas con galleta!».
Y dicho esto y resumiendo, cogió el petate (su pequeña maleta con ruedas, cada uno tiene sus gustos) y se fue de viaje. Empezó su andadura por el mundo y su elección fue ayudar: viajar de voluntaria.
Se dirigió a África y se dispuso a hacer durante un tiempo, algo que le llenara más que el noble asunto de investigar por qué a los gallegos no les gusta el helado de fresa.
Ella pasaba los 30 y no tenía ningún problema mental, ningún trastorno de personalidad, ni nada parecido.
En serio, simplemente decidió tomar la pastilla roja. Hacer lo que sentía. La decisión correcta. Dejó el apasionante mundo de los helados y lo cambió por el oscuro y malvado mundo de la solidaridad… ¿o es al revés?
Bueno, no importa. Pero esa historia me llegó a mí en un momento en que me planteaba un cambio. De hecho ya lo tenía claro. Y me dirigí a ella para recibir sus sabios consejos. Para afirmar mi «a tomar viento».
Esa historia fue la confirmación de mis “temores”. Mi confortable vida de director de empresa se había acabado. GAME OVER.
Mi caso: viajar de voluntario y “algo más que un viaje”
Veamos qué pasó al recibir el impacto de su historia.
1. Previo
Con su historia en mente, hace más de 2 años me dirigí a mi jefe, abrí su puerta de una patada y le dije: «¡Bandido! Ahí te quedas…. y si tienes algo que decir tendrás que disparar primero».
Se amilanó. Hasta me pidió perdón y me dijo que nunca había querido hacerme daño. Me dio una pasta y me largué con ella a vivir la vida.
Bueno, de hecho no fue del todo así. En realidad me gustaba mi trabajo y tenía un buen jefe. De hecho, hice un máster de negocios (MBA) pagando una fortuna (fue la primera y última vez en mi vida que me endeudé) porque me gusta el mundo de la gestión.
Y antes, había estudiado Industriales, porque como nunca había tenido claro si soy de ciencias o de letras, decidí hacer caso a mi sabio padre y estudiar Ingeniería Industrial. Y es que claro, eso me permitiría no ser un “poeta arruinado” (palabras de mi padre).
Pero a lo que iba. Mi trabajo en el mundo de la empresa también me gustaba.
- Estudiar el escenario.
- La “competencia”.
- Ver qué fuerzas y debilidades tiene cada uno.
- Montar tu estrategia.
- Poner tus piezas en el tablero y tirar los dados.
Y después de todo eso, convencer a tu equipo y tirar de esa estrategia adelante. Se trata de una forma un tanto peculiar de entender la empresa, pero francamente divertida.
Quien me conozca dirá: «Sí, muy bonito. Pero tú al final te fuiste a viajar de voluntario. Lo dejaste todo y tomaste la píldora roja, ¿no?».
2. El salto
¡Pues sí! No hay que estar siempre agobiado, deprimido o asustado para romper con todo y hacer lo que queremos. En mi caso, siempre había tenido el pensamiento de que querer hacer durante un tiempo lo que me saliera de dentro. Tenía ganas de ayudar, de viajar de voluntario de una vez por todas.
Hasta entonces había vendido aire. Literalmente. Había evolucionado hacia puestos de Dirección Comercial y finalmente gerencia. Primero había vendido productos de ventilación, después de aire acondicionado, y al final, de refrigeración. O sea aire, aire frío y aire muy frío.
Pero ahora quería hacer algo distinto, viajar de voluntario: ayudar a la gente que lo necesitara y recorrer el mundo. Las 2 cosas. Y haciendo todo el deporte que pudiera por el camino. Así que sin comerlo ni beberlo me vi con un billete a la India. Donde, cosas de la vida, había vivido hacía muchos años mi abuelo.
3. Mis proyectos de voluntariado
¿Qué es lo que hice en mi andar de más de 2 años colaborando con distintas ONG? Pues bien, en mi periplo de viajar de voluntario decidí hacer 50% de cooperación y 50% de viaje.
Durante el viaje haría otras cosas, cursos y estudios, pero eso no es algo que entre en esta temática.
Mis proyectos de voluntariado fueron los siguientes:
- Tiruchirapali (Tamil Nadu), INDIA – 4 meses: participé con la Fundación Esperanza y Alegría en proyectos como los niños en riesgo de exclusión social, SIDA, empoderamiento de la mujer, orfanatos y proyectos deportivos para niños sin medios. Un ejemplo fueron las escuelas de fútbol de la Fundación Real Madrid.
- Santa Cruz, BOLIVIA – 3 meses: con la Fundación Amigó realicé un “Plan de Negocio” de Turismo Solidario. El objetivo era obtener los medios para ayudar a la escuela de niños en riesgo de exclusión social en Santa Cruz. La idea era aportar ideas nuevas y concretas que impidieran el cierre de algunas de las secciones de la escuela (y la consecuente reducción de niños).
- Amazonia, Brasil: en este caso probé a viajar de voluntario por mi cuenta y seguí con el plan de negocio anterior para estudiar aplicaciones prácticas en Brasil (en concreto en las zonas indígenas de la Amazonia). También, a la vez que viajaba, aprendía de su cultura. Así, después de visitar lugares propicios como la FLONA de Tapajós o el aislado Sao Gabriel de Cachoeira, dejé el estudio en la FOIRN, una organización de ayuda a los pueblos indígenas de la Amazonia que quería desarrollar algo parecido.
- Camerún – 3 meses: realicé un estudio de consultoría sobre la gestión de los hospitales de la Fundación Recover en varias ciudades del país. Mediante este estudio, con el objetivo final de la autosuficiencia, se buscaba establecer unos principios “universales” para mejorar su gestión. Lo basé en aspectos como la gestión económica, operaciones (compras y gestión de stocks) y organización.
4. Seguir soñando, algo más que un viaje
Tras haber adquirido experiencia en viajar de voluntario con los proyectos que te acabo de explicar, decidí seguir soñando. Y ya con casi 40, he decidido ponerme a trabajar en la creación de un blog.
Mi objetivo es registrar una aventura solidaria que no quiero que pase por mi vida sin más. Aunque de hecho será imposible que lo haga.
Tan solo el hecho de Cruzar África en bici no es una historia que podamos vivir cada día.
Pero no se trata de eso solamente. En este viaje he decidido no solo viajar de voluntario, sino además aportar mi granito de arena mediante las siguientes acciones:
- Colaborar con la Fundación Recover: mediante mi blog y la participación en otros medios como “Africa no es un país”. Quiero llegar a más gente y recaudar fondos para sus hospitales y para la lucha contra la malaria en las escuelas. La enfermedad que más muertos provoca en África Ecuatorial (si quieres ayudar, al final verás cómo puedes hacerlo).
- Dar divulgación a la cultura africana: muy desconocida desde occidente y de la que podemos aprender grandes lecciones.
- Describir los proyectos visitados en ruta y realizados por ONG: por ejemplo Zerca y Lejos con los pigmeos de Camerún.
- Concienciar con ideas en pos de “Un Mundo Mejor” mediante 2 polos de trabajo:
A. Artículos de temáticas como las siguientes: sistemas económicos alternativos más justos (ver artículo aquí) o la carta que envié al Rey de Bután con motivo de la creación del FNB. El FNB es el indicador de la Felicidad Nacional Bruta, un invento del Rey de Bután y utilizado como máximo valor a la hora de tomar decisiones (ver aquí).
B. Sección de entrevistas a gente que aporta o ha aportado en pos de un mejor mundo: entrevisto a famosos, políticos, empresarios y personas normales, pero todos tienen en común una cosa. Tienen historias extraordinarias. Historias que, con su ejemplo y filosofía, han participado poniendo su granito de arena hacia un mejor mundo.
¡Ah! Y me olvidaba de lo más importante y necesario para que lo anterior funcione: disfrutar a mi paso del viaje y aprender yo mismo de esta inolvidable experiencia.
¿Funcionará? ¿Será un fracaso? Sinceramente, no lo sé. Pero sí sé una cosa, cuando crees, hay que intentarlo. Porque si no lo haces, no le das ninguna oportunidad a tus ideales.
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Cuando crees, hay que intentarlo. Porque si no lo haces, no le das ninguna oportunidad a tus idealesY no podemos saber si funcionará si antes no lo intentamos.
¿Y si nos equivocamos y no funciona? Da igual. Por lo menos, no deberemos acarrear con nosotros la eterna pregunta, el mayor tormento de todo humano cuando entra a cierta edad:
“¿Y si lo hubiera probado….?” “ ¿Y si me hubiera atrevido..?”. Y si… Y si… Y si…
Como dice nuestro buen y sabio amigo el Chojín: «me aconsejaron que no saltara, me advirtieron que no era una buena idea. Hoy sé que tenían razón, lo sé porque salté.
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Me advirtieron que no saltara, que no era una buena idea. Hoy sé que tenían razón, lo sé porque salté
Fase 2: autoanálisis
Y ahora llega el momento de pasar a la acción. La parte práctica.
Llega la hora de que tú y yo trabajemos en ti. Y para ello, deberás hacerte algunas preguntas. La primera es estar seguro de querer dar el salto. Pues sí o sí tendrás que salir de tu zona de confort.
Pero lo importante realmente es que tengas ganas de intentarlo. A costa de todo.
Para empezar a viajar de voluntario no hace falta que tengas el proyecto 100% seguro y atado. Ni que tu situación personal o laboral sea perfecta porque entonces nunca lo harás.
Así que estamos de acuerdo. Hemos decidido saltar. Pero, ¿por dónde empezamos? Veamos cuál es el siguiente paso a definir.
1. ¿Qué tipo de proyecto quieres?
Antes del dar el salto de viajar de voluntario, es importante saber quiénes somos y de dónde venimos. Y es que así así trazaremos un camino coherente hacia quién queremos ser. Y en consecuencia, con qué queremos hacer y con el camino que deberemos seguir.
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Es importante saber quién somos y de dónde venimos para poder saber quién queremos serQuieres saltar. Quieres viajar de voluntario. De acuerdo, pero no se trata de ir y saltar al primer proyecto que te parezca. No puedes intentar salvar al mundo por tu cuenta sin ningún análisis ni conocimiento previo. Primero hay que escucharse. Saber qué es lo que te motiva, lo que te toca la fibra.
- ¿Son los niños en riesgo de exclusión social?
- ¿Son proyectos para la prevención del SIDA?
- ¿Para la malaria?
- ¿Los Derechos Humanos?
- ¿O prefieres la preservación de zonas naturales o la reintroducción y protección de especies animales?
Como ves, campos hay mil y debes ver cuál es el que te encaja mejor.
En mi caso, la verdad es que no me hizo decidir tanto el qué. Tengo un espíritu en que me gusta aprender de todo y de todos. A mí me motivaron más otros aspectos. El primero es que quería conocer otras culturas. Viajar y conocer mundo. Y el segundo es quería aprovechar mis conocimientos de manera efectiva. Quería ser útil.
En definitiva, quería viajar de voluntario sirviendo realmente para algo.
Y con esto pasamos al siguiente punto.
2. ¿Qué sabes hacer?
Como ves, no salté a cualquier cosa. Eso no se debe hacer nunca o será el camino más rápido al fracaso. Pues lo único que sentirás es frustración y vacío. Y lo peor es que no sabrás por qué. Cuando la respuesta estaba en que no te escuchaste. No te tuviste en cuenta.
Así que remarco: SIEMPRE hay que empezar por uno mismo.
Yo hice un análisis detallado de mis motivos, preferencias y aptitudes. ¿Qué sé hacer? ¿Dónde puedo ser útil?
Si eres médico, dentista, enfermera o profesor, felicidades. Lo tendrás fácil. Hay infinidad de posibilidades de viajar de voluntario con proyectos relacionados con ello.
Pero, ¿qué pasa si no lo eres? ¿Quién va a querer a una rata de oficina? ¿A alguien del mundo comercial?
Si ese es tu caso, no te preocupes. Yo estuve también ahí y también me hice esa pregunta. Al principio me dije, ¿cómo voy a aportar mis conocimiento del sector industrial a una ONG cuando lo que más necesitan es sanidad, biología o incluso de construcciones?
O todavía peor, ¿¿¿cómo voy a aplicar mis conocimientos de gestión de grupos, tanto técnicos como comerciales, dedicados a VENDER AIRE???
¿Será que yo no puedo viajar de voluntario?
Pues te sorprenderá. También yo tenía mi lugar en este nuevo mundo. Y también tú lo tendrás si es lo que decides. Tan solo hay que buscar cómo adaptarlo.
3. Ponerlo por escrito
Necesitaba un papel para poner mis ideas en orden y trazar un plan para viajar de voluntario. Aquí me fue muy útil hablar con una amiga mía que se dedicaba a ello y que había estudiado el mismo MBA que yo. En ese momento era gerente de la Fundación Recover, la ONG con quien colaboro ahora y que se dedica principalmente a la creación y gestión de hospitales en África.
(Gracias Macrina Camps por tus consejos).
Ella me dijo que en el mundo de la cooperación hace mucha falta gente con conocimientos en gestión. ¿El problema? Que la mayoría de organizaciones no lo sabe. Se centran demasiado en el objetivo final de ayudar (el más importante, pero no el único) y no se dan cuenta de que con una mejor gestión serían infinitamente más efectivas.
Así que me dijo que tenía que escribir una carta de presentación para exponer el proyecto de gestión hospitalaria que iba a realizar con ellos. Así el destinatario vería cómo mi perfil de gestión y organización podía ser útil.
Dicho y hecho. Preparé una carta dirigiéndome a una hipotética ONG y les expliqué mis habilidades y mis ganas de ayudarles en alguno de sus proyectos.
Consejo: en esta carta de presentación no se trata de poner tu CV completo ni de redactar un libro. Tienes que relacionar lo que tú sabes hacer con los proyectos en los que quieres trabajar de la manera más clara y breve posible. El objetivo es captar su atención y demostrar que sabes de qué va la ONG.
Para facilitarte las cosas, te dejo un par de enlaces (enlace 1, enlace 2) sobre cómo realizarlas y algunos ejemplos.
En mi caso, como me daba igual si me iba a África, Asia o Sudamérica, tenía más ONG a las que podía acceder. Eran prácticamente todas. De hecho yo quería viajar de voluntario por todo el mundo.
Pero ahora llega el siguiente punto a tener en cuenta.
Fase 3: pasar a la acción
Hasta ahora hemos visto nuestra convicción. Hemos analizado nuestras motivaciones, fortalezas y debilidades y hemos decidido que queremos viajar de voluntarios, que queremos saltar.
¿Qué nos queda ahora? La hora de la verdad. Pasar a la acción. Porque los sueños son muy bonitos, pero si no actuamos se quedan siempre en eso, en sueños. Y nosotros no somos así, hemos decidido actuar. Queremos realidades.
Así que vamos a ello.
1. La ONG: ¿dónde buscar?
Como en todo, hay ONG buenas, malas y malísimas. Y tú no vas a viajar de voluntario de cualquier manera. Se trata de que tu esfuerzo sea útil.
¿Qué hacer entonces? Si buscas en Internet te puedes perder en un mar de información y organizaciones existentes. ¿Escoges a las grandes con sus procesos complejos y eternos?¿O a las pequeñas con el riesgo de encontrarte solo en un proyecto inútil?
Yo decidí dedicar mi esfuerzo a las ONG medianas y pequeñas donde tuviese proyectos más globales. Y también, menos burocracia y trabas para poder entrar. Donde la ayuda fuera más directa al problema y sin tener que pagar las estructuras de las grandes organizaciones.
Pero, ¿cómo buscar estas ONG? Porque depende de la que escojas, corres el riesgo de encontrarte en medio de un proyecto mal planteado.
Aquí Macrina Camps me volvió a dar un consejo CRUCIAL. Me dio contactos y me dijo un lugar donde buscar este tipo de ONG con un certificado de “calidad”. Se trata de la Fundación Lealtad que las califica y certifica. En su página puedes encontrar una inmensa cantidad de ONG que se pueden clasificar según tipo de proyecto, lugar, etc.
Se facilita el contacto de ellas, los lugares donde trabajan y los campos de actividad de cada una. Te dejo aquí el enlace para que puedas encontrar la ONG que mas acorde vaya contigo: Fundación Lealtad.
2. ¿Qué ONG escoger?
Hemos dicho que para viajar de voluntario de manera útil, nos enfocaremos a ONG pequeñas o medianas y que además sean fiables (para eso tienes a la Fundación Lealtad). Las grandes también están, pero son las que ya conoces (Manos Unidas, Oxfam, etc).
A partir de aquí nos queda saber qué ONG encaja con lo que queremos. Es fácil, tan solo se trata de volver a lo que hemos tratado en la fase del autoanálisis y ver cuáles de ellas son las más idóneas.
En resumen, debes mirar una a una y ver cuáles son los proyectos que más te gustan y la zona geográfica donde quieres ir. Te aconsejo que vayas creando una lista enorme para que luego te quedes con un grupo más reducido de ONG “candidatas”.
3. Acción comercial
¡Perfecto! Ahora tan solo queda enviar un email a cada una de las ONG que interesaron. Tienes que mandarles, una a una, la carta de presentación que escribiste antes.
Parece mentira. Pero mucha gente se bloquea aquí o en la búsqueda.
¿Y sabes cuál es la razón?
Sí. La duda, los complejos… EL MIEDO.
Pero yo te digo, tranquilo, no te dejes intimidar por el miedo.
Pues ese es el mejor indicador de que estás en el camino a seguir.
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No te dejes intimidar por el miedo. Ese es el mejor indicador de que estás en el camino a seguirSi superas el miedo, habrás crecido. El miedo tan solo nos dice que estamos saliendo de nuestra zona de confort. Que estamos a un paso de aprender, de evolucionar. ¡Así que adelante, luchador!
Ya lo tienes todo para poder viajar de voluntario. Ahora sólo falta rematar.
En mi caso, aquí me di cuenta de que mi anterior mundo me había servido de algo. Se trataba de lo mismo que buscar un cliente pero con alguna adaptación. Buscaba “venderme” a mí y a mi servicio de “consultor”.
Pero al tener ya los contactos, era sencillo definir la estrategia “comercial”:
- Enviar el email a todas las ONG que me encajaran.
- Si no contestaban, insistir una 2ª vez y llamar. Con la excusa de haber enviado el email, ya tenía el tema que presentar.
- Pasar a entrevistarme con quien aceptara verme y ver qué proyectos interesaban.
Era tan sencillo como eso. Pero la vida es así, las cosas más útiles, las ideas más revolucionarias son casi siempre las más SIMPLES.
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Las cosas más útiles, las ideas más revolucionarias son casi siempre las más SIMPLESPara cumplir mi objetivo de viajar de voluntario, envié unos 50 emails. Y de ellos me salieron 6 o 7 proyectos distintos. Y más adelante me llegaría alguno más. Así que al final me tocó decidir a cuáles iba. Bendito problema, ¿no?
Fase 4: y el paso siguiente, tu proyecto
Está bien. Has llegado aquí. Has dejado tu anterior vida para viajar de voluntario. Ya tienes experiencia con ONG pero te sigue picando el gusanillo y ahora quieres algo más. Tienes ganas de hacer algo por ti mismo: tu propio proyecto.
Y entonces, vértigo otra vez : “¿Yo? ¿Qué voy a hacer yo para ayudar a la gente?».
Pues aquí es donde me encuentro ahora. Y hay realmente infinidad de opciones. Si tienes dinero o inversores, siempre es más fácil.
Puedes invertirlo directamente donde te parezca. Por ejemplo, en un proyecto que hayas conocido o proponer un proyecto compartido con una ONG. O como hizo el gran Travel Zungu, construir un proyecto de la nada. Por sí mismo. Sin experiencia ninguna en ONG y desconociendo el mundillo.
1. La excepción que confirma la regla
Hay casos que rompen todas la reglas. Gente fuera de lo común que crea cosas extraordinarias de la nada. Es el caso de Joaquín de Travel Zungu (aquí la entrevista que le hizo Antonio).
Este hombre, este ENERGÚMENO, tira por el suelo TODA la teoría que te he expuesto. Y sin ninguna experiencia en cooperación ha montado un proyecto que merece la pena y que quizás tenga la opción de visitar en mi camino por RDC (República Democrática del Congo)
Este camino no es fácil. Tienes que ser un crack como él, disponer de medios (propios o ajenos) y conocimiento de lugares donde puedan necesitar tu ayuda.
Así que ahora ya tienes 2 opciones. Si eres un crack como él ya puedes dejar de leer. Pero si eres como yo, una persona normal, te recomiendo entrar por el paso a paso lógico. Conocer primero el mundo desde dentro haciendo voluntariados. Y ya después, podrás definir tu propio camino.
Vamos pues, al remate final.
2. Definición del proyecto
Como no tenemos medios deberemos hacer también una acción comercial: buscar inversores. Lo que no es nada fácil, pero NUNCA imposible.
En mi caso me propuse hacer algo que me gustara y que llamara la atención. Que se pudiera utilizar como “gancho”.
Y de aquí, el cruzar África en bicicleta. ¡Era perfecto! Era 100% el objetivo que buscaba cuando decidí dejarlo todo para viajar de voluntario. Iba a hacer algo que me encantaba, podría desarrollar acciones que diesen visibilidad a proyectos y recaudar dinero para alguna causa justa.
¡Y ya está! ¿Te das cuenta? ¡El proyecto está montado! Ahora sólo falta darle visibilidad.
SOLO dirás… Como si fuera tan fácil, ¿no?
3. Buscar visibilidad
Tal y como tengo planteado el proyecto, sin visibilidad no hay resultados. Y cualquiera que quiera hacerlo sin disponer de capital tendrá el mismo problema. Así que no queda más remedio, hay que mover todos los hilos que puedas.
Pero sobre todo, con los más importantes, con los “influencers”. Gente con peso específico en el campo que quieres trabajar.
No te asustes. Aquí mucha gente se bloquea porque no sabe por dónde empezar. Pero no te pongas nervioso, no es tan difícil. Se trata de tener fe y de una simple acción comercial.
Frivolízalo si quieres. Donde no lleguen tus contactos o los contactos de tus contactos, llegarán Google e Internet. Ellos te proporcionarán la información necesaria.
Y créeme. Si tiras para adelante te sorprenderán los resultados. Por supuesto recibirás muchos “NO”. Pero si has llegado hasta aquí, no te deberías echar atrás. Estás hecho de hierro puro. Eres indestructible. Has llegado muy lejos y esto no te va a parar.
Si alguien te dice NO, lo único que tienes que hacer es mejorar lo que hayas hecho mal y atacar el siguiente objetivo. Y después el siguiente y el siguiente, porque esto no tiene fin.
Pero repito algo que ya comenté antes. HAY QUE SALTAR. Hay que quererlo con fuerza. Olvidarse de los miedos, dar el paso y estar dispuesto a que no salga bien.
En mi caso, gracias a dejar el miedo de lado he llegado a gente como un ministro de Bután, deportistas famosos y a grandes empresarios con una visión distinta.
Y a gente normal con historias extraordinarias capaces de cambiarnos nuestras vidas.
Y a todos ellos los podrás ver en mi sección de entrevistas. Eso si África y sus pésimas conexiones me lo permiten.
Viajar de voluntario por estos países tiene estas cosas.
Anexo: ¿cómo mantenerte tú mientras viajas?
Bueno, lo olvidaba. Seguramente te preguntarás que cómo se mantiene algo así.
Una parte de la respuesta es que cuando viajas de voluntario, las ONG, aunque no te pagan, sí cubren tus gastos. Pero, ¿y los ingresos?
Pues bien, ese ya es otro GRAN tema.
En el blog de Antonio tienes mucha información acerca de esto. Con el marketing de afiliación y los infoproductos puedes generar ingresos al crear un negocio online.
En mi caso concreto, aunque también tengo un blog, yo financio mis viajes gracias a la inversión en Bolsa y Criptomonedas. Sé que es un tema que de primeras puede resultar complejo, pero todos somos novatos una vez.
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¿Te ha picado la curiosidad?
Y ahora ya sí…
Me voy despidiendo. ¡Gracias Antonio por darme la oportunidad de publicar este Guest Post! Te estaré eternamente agradecido.
Y ahora sí, para acabar, quiero dejarte una frase:
“La clave para forjar un mejor mundo pasa porque personas normales tengan grandes sueños. Y que apuntando hacia un Gran Fin realicen pequeñas cosas que en conjunto permitirán este gran sueño de un futuro digno. Con respeto hacia nosotros mismos y hacia nuestra Madre Tierra.”
Click para twittear:
La clave para forjar un mejor mundo pasa por que personas normales tengan grandes sueños
16 comentarios
¡Esta era la entrada qué necesitaba!
Ahora que voy acabando algunas de mis ocupaciones, tenía en mente salir fuera una temporada, y el tema voluntariado es lo que más me llama 🙂
Es estupendo haber encontrado toda esta info en el momento justo de mi decisión.
¡Gracias por servir de inspiración, Alfonso!
Y, por supuesto, gracias a ti Antonio, por traer gente tan interesante a tu sitio.
Pienso guardar este artículo en favoritos para recordarme cada paso y cada acción que debo llevar a cabo si quiero cumplir esta meta que me he propuesto.
¡Saludos!
Hola Javier! Perdón por el retraso en responder! Pero tuve problemas de conexión…
Me alegra que te fuera útil y te haya llegado en el momento apropiado…
Las coincidencias o casualidades, no existen. 😉
Un fuerte abrazo y muchos ánimos! Y si quieres contactarme directamente por cualquier duda o ayuda, en mi blog encontrarás mi contacto. Un abrazo!
Post motivador !!!
Muchas gracias Alexis!! Espero que te sea útil! Un abrazo!
Y ya sabes, si quieres contactarme con alguna duda más extensa, lo puedes hacer a través de mi blog también, sin ningún problema. Estaré encantado de responder.
Amigo, he leído el artículo y realmente es muy motivador sobre todo por aportar a causas sociales desde la propia experiencia de trabajar con Fundaciones o ONGS, estamos en la búsqueda de algo parecido.
Saludos.
Andrés! Me gusta que te sirva de motivación. 🙂 Te animo a que tires para adelante! Y si tienes dudas, te responderé encantado. En mi blog encontrarás mi contacto. Un abrazo y hasta pronto!
Me ha encantado el articulo, sin duda hay que ser muy valiente y decidido para montar tu propio proyecto solidario, pero se nota que es una de esas cosas que cambian la vida por completo.
Yo he colaborado con varias Ongs en Vitoria y tambien he estado en dos proyectos en el extranjero. Tres meses en la amazonía ecuatoriana y tres meses en San Juan de Lurigancho (uno de los cerros cercanos a Lima). En la dos ocasiones trabaje en educacion, debido mi formacion academica. En Ecuador tuve la grandisima suerte de vivir con una familia y aprendí muchisimo sobre lo que realmente es importante en la vida, son cosas que sin salir de casa tardas mucho mas en aprender…
Gracias por tu post seguro que mucha gente esta mirando cómo puede salir ál mundo a aportar su granito de arena.
«Muchisimas gracias por toda la información que compartes Alfonso y por dedicar tu tiempo y esfuerzo a hacer de este mundo, un mundo un poquito mejor, más humano.
Ahora mismo estoy centrado en la creación de mi blog, pero en un futuro no muy lejano espero seguir tus pasos, así que ya contactaré contigo.
Actualmente soy voluntario en AVOI (avoi.es), una asociación de niños con cáncer, y la experiencia y el aprendizaje es brutal. Para mi los niños son grandes maestros encerrados en un pequeño cuerpo. Son seres de luz.
Desde hace muchos años me viene llamando la idea de irme de voluntario a África y espero poder llevarlo a cabo dentro de no mucho tiempo.
Muchísima suerte en el proyecto!
Un abrazote gigante!»
Alfonso!! Me ha encantado tu artículo.
Yo llevo 5 años casi esperando para mi excedencia a la vez que voy ahorrando como puedo…(aquí en Madrid es un poco complicado…jeje) y así poder empezar mi viaje por el mundo, que así como tu, me gustaría realizarlo a la vez que colaboro en ONGs y ya de paso mejorar mi inglés, que es otro de mis objetivos además de conocer mundo, culturas y ayudar en aquello que pueda. Soy enfermera desde el 2004, aunque los últimos años me he dedicado a la enfermería de gestión. Me he sentido muy identificada con lo que cuentas. Ojalá yo también en máximo un año pueda empezar mi aventura. Mientras a ver si salgo de esta parálisis por análisis y consigo encontrar la manera de financiarme durante el viaje sin fecha de vuelta, ya sea con algún infoproducto ( la verdad que no se que que valor puedo ofrecer yo), o como nómada digital.
Mil gracias y sigue contándonos cositas de tu aventura please.
Hola Sara!! Pues me alegro que te animara el artículo!
Ahora lo que tienes que hacer, si reslmente quieres hacerlo, es pensarlo menos y saltar!!! jeje
Si pruebas, quizás te sorprendes de lo que puedes hacer!??
Y aprender!!
Hola Alfonso! Te felicito qué linda historia y experiencia! Me encantó!!
Soy maestra jubilada, siempre en mente tener alguna experiencia así, pero bueno nunca di el salto. Si soy ciclista de montaña y he recorrido muchos lugares en bici. He salido de mi zona de confort, pero siempre con un guía!
Me gustaría tener tu libro en papel, pero no sé cómo comprarlo en Uruguay. Muchas gracias! Saludos y adelante! Sos un genio!!?
¡Hola Graciela!
Gracias por dejarnos tu comentario por aquí, ¡tu historia tampoco se queda corta!
Creo que el libro de Alfonso solo está a la venta en Amazon, pero si quieres puedes contactarle a través de su web https://www.algomasqueunviaje.com/ ; a lo mejor te puede ayudar con lo del libro, pero seguro que te inspirará con sus fotos y sus historias.
Un abrazo
Excelente artículo. El voluntariado siempre es una experiencia muy gratificante y única. Saludos
¡Así es! Estamos totalmente de acuerdo.
Y además es algo que todo el mundo puede hacer, no hay que desplazarse mucho para ayudar a otras personas.
Gracias por tu comentario, un abrazo,
Vicky – Equipo de Inteligencia Viajera
Qué gratificante es un voluntariado. Es muy enriquecedor para quien lo realiza por la gran experiencia que es y por lo mucho que aporta ayudar a los demás de forma desinteresada. Es un viaje inolvidable.
¡Así pensamos nosotros también!
Creemos que todo el mundo debería pasar por experiencias como estas para comprender mejor al resto del mundo y abrir nuestra mente. Seguro que conociendo otras realidades diferentes a las nuestras podemos replantearnos lo que realmente importa.
Gracias por tu comentario, ¡este post es muy especial!
Un abrazo,
Vicky – Equipo de Inteligencia Viajera