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Como aprendí alemán en 2 meses: 10 consejos para hackear un idioma en un tiempo récord

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Elimina creencias limitantes a la hora de aprender alemán (o cualquier otro idioma)

Una de las primeras barreras con las que te encuentras cuando te vas de viaje a un país donde no se habla tu idioma es el choque con la lengua.

Esto llega a ser un problema en lugares donde la gente habla poco inglés y donde, de primeras, te resulta un poco complicado comunicarte. Si te pasa o pasó algo como esto te entiendo completamente. Yo lo viví en carne propia durante mi primer tiempo de residencia en Austria.

¡Hola!

Mi nombre es Agustín Torres y con este post quiero ayudarte a romper las barreras del idioma a la hora de viajar.

Para ello te traigo una recopilación de los mejores consejos que le daría a alguien que tiene que aprender un idioma extranjero en muy poco tiempo. Consejos que me gustaría darme a mí mismo si pudiera volver atrás en el tiempo.

La verdad es que para un turista que está simplemente de paso por un país este tema es totalmente irrelevante.

La mayoría de los lugares turísticos que podemos visitar están acostumbrados a las visitas extranjeras y podemos manejarnos con frases cortas o palabras sueltas. Y como no, con señas.

Fuera de esto, cabe la posibilidad de que encuentres un lugar que realmente te guste o que simplemente tengas ganas de experimentar su cultura desde dentro. Si tu idea es esta, te aseguro que aprender el idioma del país te va a abrir miles de puertas y va a hacer de tu experiencia un tesoro inolvidable.

Eso sí, hay 2 falsas creencias que son importantes a la hora de aprender un idioma y que deberías tener bien presente antes de empezar una aventura de este tipo.

1. Se puede aprender un idioma a cualquier edad

Creo seriamente que el verdadero problema de la gente no está en la edad a la hora de aprender una lengua nueva. La dificultad reside en haber perdido el hábito de estudio. 

Si hace 20 o 30 años que no tocas un libro, no aprendes nada nuevo hace tiempo y solo hablas sobre los mismos temas… es imposible que no tengas problemas a la hora de aprender un idioma. Pero te pasaría lo mismo intentando aprender cualquier otra cosa.

Así que es importante como regla general mantener un hábito de formación continuo. No importa que es lo que estudies, sino que te sigas formando.


Mi consejo: nunca pierdas tu espíritu curioso ni dejes de aprender cosas nuevas y de formarte.


2. Sin hablar no hay premio

Y conozco muchos casos de estos.

Da igual lo que sepas, no vas a poder hablar como un nativo desde el momento cero. Para mejorar lo más rápido posible tienes que superar la vergüenza inicial y empezar a hablar.

Muchas personas que conocí viviendo en Austria sabían mucha más teoría que yo, pero no se animaban a entrar en una conversación larga por miedo a quedar mal.  Son los típicos que responden con monosílabos: «¿sí?, «no», «lindo», «feo»…

¿De verdad piensas conectar con la gente hablando así?

Tienes que intentarlo aunque te equivoques. No pasa nada, es como en la escuela. El que menos levanta la mano, más dudas tiene en el examen final. Y el que más habla en clase, más aprende.


Mi consejo: no tengas miedo a decir algo mal o a quedar en ridículo. Unas risas siempre sirven de remedio en estas situaciones.


¿Conclusión? Déjate de excusas

Durante mucho tiempo yo mismo me identifiqué con estas 2 creencias. Sin embargo, por suerte, siempre encontré en el camino a personas que me sirvieron de inspiración para intentar ver las cosas desde otro ángulo.

Este post me ayudó a dinamitar muchas de las «reglas» que me decían cómo debía hacer determinadas cosas.

La realidad es que la mayoría creemos que no estamos listos para comenzar a cambiar nuestra vida. Siempre tendemos a pensar que necesitamos una preparación, un coach o lo que sea.

Excusas y solo excusas.

Ponerle freno al autosabotaje depende únicamente de ti mismo.

Por eso, hoy quiero compartir mi experiencia y contarte cómo un viaje de 6 meses se convirtió en otro de 3 viviendo en un pueblo de ensueño que bordea los Alpes. Y ya después, cómo me mudé por 1 año a Viena e hice un poco de las mías. 😉

Esta experiencia me cambió la vida y la forma de pensar 180°.

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Un gran proyecto sale siempre de un mar de dudas y preguntas

De acá en adelante te voy a intentar aclarar cuáles fueron mis principales problemas y cómo los superé a lo largo de esos años. Así, cuando tú estés en otro país sabrás a que atenerte y no te sentirás frustrado.

Porque si hay algo seguro es que todo lo que te voy a contar te va a pasar. Son situaciones que no hay forma de evitarlas. Lo único que puedes hacer es aprender a verlas como un proceso y tomarlas como un reto a superar. Nunca hay batallas perdidas.

¿No te parece?

Bueno, ¡allá vamos!

Mi realidad a la hora de aprender alemán

Empecemos por el principio.

Aterricé en Austria con la idea de tomarme una pausa de la Universidad, conocer a fondo a mi media familia, visitar el país y viajar un poco por Europa.

En fin, creo que es un poco la típica postal viajera que nos hacemos los latinoamericanos de Europa a los 20 años.

Puede que pienses que soy un suertudo por tener a mi familia allá y creas que eso fue lo que me dio la posibilidad de estar tanto tiempo. Te voy a dar la razón porque es cierto que tener alguien de referencia me hizo las cosas más fáciles; pero aún así, hay muchas razones por las cuales deberías tomar un viaje en solitario como algo positivo y viable.

Si no estás del todo convencid@ te dejo este post de Antonio donde te cuenta las ventajas de viajar solo.

Así verás que no soy el único que dice esto y que esta manera de viajar es una experiencia única que todo ser humano tendría que vivir.  Al menos una vez en la vida, ¡no te pido más!

Todo esto lo tenía planeado por un lapso máximo de 6 meses, que irónicamente se convirtieron en 4 hermosos y largos años.

Sin exagerar, creo que cuando pestañeé por primera vez ya se habían pasado 3 meses. Fue un abrir y cerrar de ojos mental.

Durante el primer tiempo conocí a una familia vecina que estaba encantada conmigo. Me la pasaba de invitación en invitación y los acompañaba cada vez que salían de viaje. Era superdivertido y nos entendíamos bastante bien hablando en inglés.

Esto creo que todo el mundo lo sabe pero nunca está de más aclararlo.

El inglés es el primer idioma que toda persona debería aprender, antes incluso que la lengua materna.

¿Por qué? Al menos por estas 2 razones:

  • Es un idioma simple y fácil de aprender.
  • Se habla prácticamente en todo el mundo.

Si tienes miedo a empezar a viajar porque tu inglés es básico o nulo, no lo pienses mucho. Lo peor que puedes hacer es posponer tu experiencia.

Viajando te darás cuenta de que se necesita muy poco para conectar con la gente y que te vas a hacer entender de todas formas.

Y si no me crees a mí, Antonio tiene un superpost que te va a sacar de toda duda: “Mi primera vez, problemas con la lengua».

Es verdad que aprender un idioma implica tiempo y esfuerzo, ¡sí! Pero eso no quiere decir que el proceso no pueda llegar a ser divertido. Por ejemplo, mira los programas de estudio que tiene GrowPro Experience; ellos lo organizan todo para que además de cumplir con tus objetivos académicos aproveches tu estancia al máximo.

De hecho, la única manera de lograrlo es:

  1. Carcajadas y risas siempre que cometas algún error: no te lo tomes tan a pecho y aprende a tu ritmo.
  2. Desarrolla la capacidad para ver los pequeños progresos como fuentes de motivación: siempre es mejor ver lo positivo. No te quedes con los errores que son los que te invitarán a abandonarlo todo.

Acá frenemos un segundo.

El primer choque con la lengua (a 200 km/h)

Quiero aclarar que antes de salir de Argentina me pasé 2 años estudiando alemán en mi ciudad natal (con un año entre que deje de ir a clases y que me fui del país).

¡¡Ahhhh!! ¡Claro!

Sé exactamente lo que estás pensando en este momento: “me está hablando de que superó la barrera del idioma en 2 meses, pero estuvo 2 años estudiando antes de llegar al país”.

Bueno dale, lo lamento, pero dame unos renglones de espacio para que te lo explique mejor.

Sí, es verdad que en Argentina iba 2 veces por semana a estudiar alemán. Pero también es verdad que cuando llegué a Austria no podía entender nada más que cuando decían «sí» y «no».

Una cosa de locos.

Lo primero que pensé fue: “2 años de estudio para nada”. El idioma que se hablaba no tenía nada que ver con lo que me habían enseñado en el instituto.

Por un lado me sentía desilusionado y desmotivado. Y por el otro, como un idiota por haber invertido tanto tiempo sin poder entender prácticamente nada.

Pensé: «¡Noo! De verdad soy estúpido y mis amigos tenían razón cuando me lo decían. Solo que yo no quería escucharlos. Pero después de un tiempo me di cuenta de cuál era la realidad».

Esta vez, como también debe pasar en muchos otros casos, la calidad del sistema de enseñanza (y hablo solo de los idiomas) es bastante inútil en mi país. Y uso “inútil” en el sentido literal de la palabra.

El sistema pone énfasis en:

  • Enseñarte cosas que no necesitas: reglas gramaticales que podrías aprender a medida que las vas necesitando.
  • Priorizar la teoría a la práctica: no dan suficiente información de lo que realmente es útil y práctico en el día a día.

Funciona de la misma manera que en la música. Es prácticamente imposible que llegues a ser un gran músico estudiando únicamente teoría musical. Necesitas práctica, práctica y más práctica. Y cuando vayas ahondando en diferentes temas, ya te darás cuenta de si realmente necesitas aprender más teoría o técnica.

Para mí un idioma funciona de igual manera y esto no es una conclusión apresurada.

Fíjate en lo siguiente.

Cuando llegué al país tomé mi primer curso de alemán en la Volkshochschule de Viena. Y allí, en tan solo 2 meses, aprendí la misma cantidad de conceptos y temas que en Argentina en 2 años.

Sí, 2 años resumidos en 2 meses, una locura, ¿no?

Hagamos unas cuentas para ver esto más claro.

O bien yo fui un 1.200% más inteligente a la hora de estudiar y asimilar lo que iba aprendiendo (lo cual me convertiría en una especie de Einstein² y probaría que viajar te vuelve genio). O es verdad que intentar aprender un idioma en un país que no lo habla es una tarea inútil o, al menos, poco práctica.

Sí que me considero un inconsciente, ¿pero un genio? ¡¡No jodas!!

Piénsalo bien, ¿pasarías 2 años estudiando si pudieses aprender lo mismo en 2, 4 o incluso 6 meses? En este momento debes estar moviendo la cabeza de lado a lado.

Acá no es posible hacer ningún tipo de comparación. El progreso fue kilométrico. Es como si de un momento a otro me hubiera subido a un Ferrari. Y te aseguro que la sensación es igual de excitante.

Ver como avanzas a cada momento es muy motivador.

Además, la escuela no se reducía a la clase. Estaba abierta 24*7*365 y era completamente gratis y libre de impuestos (fuera del costo del curso).

Tampoco quiero decir que desde un principio todo fuese de color de rosa. Pero la verdad es que al conseguir no desmotivarme por las primeras complicaciones, pude llegar a resultados inimaginables. Conseguí mis objetivos dando pasos agigantados.

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La necesidad de comunicarte hace que tu cerebro asimile información a un nivel monstruoso

Pero, ¿en dónde radica esta gran diferencia de aprendizaje? Creo que al menos en estos 2 puntos:

  1. Escuchar el idioma las 24 horas del día permite que la asimilación a nivel inconsciente sea muy grande.
  2. Estar en una situación en la que hablar es totalmente necesario hace que aprendas a otro ritmo. A otra velocidad.

No te olvides que la gran mayoría de nuestras limitaciones son barreras mentales. Y en la mayoría de los casos esas limitaciones solo se superan con fuerza de voluntad.

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Ponernos en situaciones fuera de la zona de confort es lo primero para superar nuestros miedos

Cómo empecé a vivir en un pueblo parecido al de Heidi

Después de mi abrir y cerrar de ojos de aproximadamente 3 meses, descubrí que tramitando algunos papeles (Visa, residencia, etc) podía ingresar en el estudio de Luthier de instrumentos de cuerda que dictaba la HTL (instituto) de un pueblo llamado Hallstatt.

Así que me dije, ¿por qué no?

Fui a visitar el lugar con la idea de que lo peor que podía recibir era un no como respuesta y seguir camino. Y cuando veas las fotos más abajo te vas a dar cuenta de que no me faltaban motivos para querer conocer este lugar.

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Aprender un alemán básico en este entorno parece menos difícil, ¿no?

Hallstatt es uno de los pueblos más turísticos de Austria, incluso hasta en China hicieron una versión oriental de este pueblo.

Cuando llegué no me entraba tanta belleza en los ojos y hasta entendí un poco de la locura de los chinos. Daba la sensación de estar inmerso en una postal o en algún episodio de Heidi. Todo era un espectáculo increíble.

Hice coincidir mi día de llegada con una sesión de «Puertas abiertas» en el instituto y así que pude conocer todas las instalaciones a fondo. Por suerte, sin previo aviso, pedí tener una entrevista con el director que me recibió después de un par de horas de espera.

Lo que vino después fue muy gracioso.

Lo encontré muy sorprendido y contento a la vez de que un extranjero argentino (es decir, un extranjero que venía del otro lado del mundo) tuviera algún interés en estudiar en un pueblo en el medio de los Alpes.

La verdad es que ahora que lo veo en retrospectiva, si estuviese en su lugar hubiera pensado lo mismo: “¿Por qué querrá alguien que viene del «culo del mundo» que lo dejen estudiar para convertirse en constructor de instrumentos de cuerda?”.

Al final, la cara que yo debía tener mientras le pedía que me permitiera ingresar surgió efecto y acordamos una prueba de 2 semanas para evaluar si me adaptaba o no.

A la semana siguiente ya estaba en mi primera clase. Con un poco de esfuerzo, después de esas 2 semanas, me habían aceptado definitivamente.

Algunas experiencias viviendo solo en un pueblo que no habla tu idioma

Obviamente, al principio la situación no fue de lo más óptima. Tenía que pagar mis gastos, la comida del lugar no me hacía mucha gracia y ni contarles sobre el buen humor de la dueña de la primera habitación que alquilé (siempre vas a encontrar gente que no te quiere en su país, pero bueno, la mayoría no tiene problema).

El estudio también se dificultaba porque todos los textos estaban en alemán y eran bastante técnicos.

Pero volviendo a lo que dije antes, me volví a asombrar de lo competente que pude ser al ponerme en una situación donde necesitaba el desarrollo de una capacidad que no tenía. Estoy seguro de que eso no dependió de mi capacidad o de mi inteligencia, sino de mi perseverancia y de estar en la situación correcta.

Al fin y al cabo, lo que quiero decirte es que todo «gran desafío» en la vida no se puede prever con anterioridad. ¿No te parece? Si tuvieras todo planeado ya no sería un gran desafío, ¿verdad?

En proyectos así, el primer gran paso está en salir de nuestra zona de confort  y desarrollar lo demás en base a nuestro poder de improvisación e intuición (capacidades que creo que subestimamos bastante).

Te parecerá un poco cursi pero gracias a esa decisión pude pasar 3 años con esta vista de fondo.

aprender aleman gratis
Aprender Alemán gratis aquí, en la Plaza del pueblo de Hallstatt.

¿No está mal no?

Y ni te imaginas las interminables tardes haciendo fogatas en Die Insel (como llamábamos a la isla que estaba frente al instituto) tomando cerveza y cocinando todo lo que nos quedaba en el fondo de la heladera. O fines de semana saliendo a caminar por las montañas y pasando toda la tarde entre árboles de más de 500 años, ciervos, cuevas, gente haciendo escalada, etc.

¡Experiencias inolvidables!

Fue fantástico y no dudaría en repetirlo si pudiera volver el tiempo atrás. Y más en el caso de saber todo lo que sé ahora. Trataría de no cometer los mismos errores y simplemente disfrutaría sin preocuparme por cuestiones que siempre se terminan resolviendo.

A continuación te dejo los 10 “tips” que más me sirvieron para que vos mismo puedas llegar a aprender alemán o cualquier otro idioma en un tiempo récord.

10 tips para aprender alemán en un tiempo récord

1. El idioma para el que recién llega

La primera barrera que vas a tener que superar es el dolor de cabeza por escuchar un idioma que no es el tuyo las 24 horas del día. Y no lo digo irónicamente.

Acá te va a ayudar mucho el hacer pausas y juntarte con gente que hable tu idioma natal. Es normal que en algún momento tu cerebro se sature de tanta información nueva.

Después de estudiar algunas horas y buscar infinidad de palabras en el traductor del celular o en Internet (te recomiendo Linguee para traducciones de expresiones complejas) siempre es bueno:

  1. Dormir bien.
  2. Salir a tomar aire.
  3. Hacer cualquier actividad que te distraiga.

Tampoco tires manteca al techo perdiendo el tiempo.

Hay una experiencia que me dejó pensando bastante durante estos 4 años y que me gustaría que alguien me hubiese explicado antes de llegar. Lo vi mucho estando en Viena y creo que es algo que pasa en muchos otros lugares.

Pero tengo que aclarar antes que Viena es una ciudad que podríamos catalogar como “multicultural”. Es decir, que además de austriacos y alemanes; hay muchos turcos, musulmanes, africanos, serbios, croatas, etcétera.

Y lo que se ve, lamentablemente, es que una gran parte de esa gente se cierra en grupos con personas que hablan su mismo idioma. Crean una especie de gueto del que raramente salen.

Y lo peor de esto es que solo aprenden lo mínimo imprescindible. He llegado a ver personas que después de 20 años no pueden decir más que «¿dónde está el baño?», “dame un cerveza” o «¿dónde encuentro la próxima parada del autobús?».

¿20 años para aprender tan poco?

Esto es subjetivo, pero para mí es una gran oportunidad desaprovechada y creo que algunos de ellos no supieron verlo así. O claro, quizá no tenían ganas de aprender y listo.

Por otra parte, es verdad que en algunos casos el choque cultural es muy grande. Pero también, obviamente, el miedo a lo desconocido y a lo nuevo juega un factor un poco difícil de saltar.

La decisión final es de cada uno. Yo solo te comparto mi experiencia para que no te pase lo mismo que a ellos si tu proyecto es hablar el idioma lo mejor posible.


Mi sugerencia:

  1. Estudia todo lo que puedas pero date el tiempo necesario para recuperarte.
  2. Airea tu cerebro.
  3. Hace sociales con personas que hablen tu idioma para encontrar momentos donde puedas relajarte, pero sin caer en la costumbre de crear tu propio grupo o gueto del que no salgas más.
  4. Disfruta de cada momento.

2. La barrera del que cree que ya lo sabe todo

Sí, esto también me pasó y bastante. Sobre todo a partir de los 6 meses.

Durante el primer tiempo vas a aprender mucho vocabulario, sobre todo de las cosas que son realmente imprescindibles para que puedas manejarte independientemente. Es decir, nombres de comidas y todo lo que te puedas imaginar que supone un día normal en tu vida.

Y esto va a ser bastante rápido.

No es malo que sigas con la autoestima bien alta por haber aprendido tanto en tan poco tiempo, pero cuídate de no caer en la arrogancia y no convertirte en un hipócrita que cree que sabe más que la gente local.

Repito que a mí me paso.

Es difícil darse cuenta de algunas costumbres en las que a veces caemos. Por eso es importante escuchar las opiniones de los demás, sobre todo de personas en las que confiamos y que nos puedan sacar de estos círculos viciosos.

Durante los primeros meses recibir correcciones era una alegría, todo formaba parte de un juego muy divertido. Pero después de un tiempo, se tornó un poco cansado. Confieso que muchas veces me encontré discutiendo sobre como se decía tal o cual cosa con una persona nativa.

Es increíble a lo que uno puede llegar.

Ten siempre en mente que esas correcciones son la mejor ayuda que puedes recibir. Y no pienses que por el hecho de no pagarlas tienen menos valor.


Mi sugerencia: sé humilde aunque te encuentres con personas que hablan un solo idioma. Vas a aprender más así que haciendo alarde de lo que sabes. Y es obvio que siendo humilde, la gente tendrá más tendencia a ayudarte todas las veces que lo necesites.


3. No acepto ayuda

Una de las malas costumbres que tenemos es la de decir «no» cuando alguien quiere ayudarnos. Puta, ¿es que somos tan soberbios como para creer que podemos con todo solos?

Esto es falsa humildad, actitud claramente egocéntrica.

Sé más humilde y acepta una mano cuando la necesites sin creer que eso resta puntos a tus capacidades. Yo creo que muchos no sabemos (y me incluyo) cómo soportar el recibir ayuda. Siempre creemos que conlleva necesariamente que el otro quiere algo a cambio.

Quizá no ahora, pero sí en algún otro momento. Y no soportamos estar en “deuda”.

Esto no se parece ni en lo más mínimo a lo que viví. La gente suele ofrecerte ayuda de corazón, sin segundas intenciones, sin esperar nada a cambio y hasta con una sonrisa.

Así que si estás en una situación difícil no lo pienses dos veces, acepta la ayuda.

Tampoco te acostumbres a que te den y a creer que los demás están obligados a hacerte favores. Pero si de verdad lo necesitas, no lo pienses.

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La gente suele ofrecer su ayuda de corazón, sin segundas intenciones y sin esperar nada a cambio

Obviamente que si un día te levantaste y te dieron ganas de regalarle algo a esa persona que te dio una mano, ¡¡adelante!! Pero si no sucede, no te preocupes. Te aseguro que algún día vas a estar viviendo la situación desde el otro lado y te va a ser casi imposible resistirte a echarle una mano a esa persona que lo necesita.


Mi sugerencia: aprendé a recibir ayuda cuando la necesites y a darla de corazón ni expectativas cuando toque.


4. Habla todo lo que puedas con la gente

Y sobre todo con diferentes grupos de diferentes zonas, edades, realidades socioculturales, dialectos, etc.

Ponte en situaciones de conversación, sal, diviértete y no te preocupes si las primeras veces solamente pudiste decir 2 o 3 frases. Aprende a disfrutar de la sonrisa de los demás, de hacer alguna que otra “monería” y de divertirte como un nene.

Con el tiempo te vas a dar cuenta de que van saliendo las palabras y que puedes expresarte cada vez mejor.


Mi sugerencia: habla mucho y no te frustres si hay cosas que no puedes decir correctamente. No pierdas tiempo pensando que todavía no sabes lo suficiente.


5. Aprende expresiones típicas, trabalenguas, chistes, etc

Esto parece una tontería, pero la verdad es que los trabalenguas están pensados para ejercitar muchos de los sonidos típicos de una lengua. Por ejemplo, la “rr” en español.

Todos conocemos el típico “Erre con erre cigarra, erre con erre barril…”.

Para alguien que quiere aprender español “correctamente”, estos trabalenguas pueden ayudar mucho en la pronunciación. Y lo bueno es que puedes practicar mientras caminas, corres, te duchas o frente al espejo.


Mi sugerencia: practica trabalenguas para mejorar tu pronunciación aunque al principio se escuche raro.


6. Escucha las noticias, música, vídeos o lo que sea en el idioma que estés aprendiendo aunque no entiendas nada

El cerebro se va acostumbrando y te vas a sorprender cuando empieces a pensar en otro idioma o incluso tengas sueños en los que la gente te habla en el idioma que estás aprendiendo.

Es lo que le pasa a la mayoría de la gente en esta situación y tiene que ver con cuánto tiempo te expones a las nuevas palabras. Así que hazlo lo máximo posible.


Mi sugerencia: no importa si todavía no entiendes cada palabra o incluso ninguna, escucha este idioma todo el tiempo que puedas.


7. Experimenta con formas alternativas de aprender

Una gran opción para empezar es Hello Pal para chatear con personas de todo el mundo desde tu celular en cualquier idioma. Es una aplicación para celular que puedes empezar a usar desde ya.

El mejor amigo de cualquier búsqueda es Googlea así que consulta por alternativas que se adecuen a tu situación actual, tiempo, etc.


Mi sugerencia: buscar en Google + Hello pal.


 

8. Si te sientes estancado retoma el estudio

Esto yo no lo hice y la verdad es que me arrepiento un poco aunque en mi caso haya jugado un poco la falta de tiempo y dinero. No podía seguir con el estudio de luthería y formarme en alemán a la par.

Seguro que lo vas a sentir con el tiempo. Vas a intentar expresar frases cada vez más complejas y te vas a dar cuenta de que no estás seguro de ciertas cosas.

En esos momentos volver a los libros es la mejor opción. No lo dudes ni un segundo.


Mi sugerencia: si te sientes estancado con algún tema en específico no dudes en retomar el estudio.


 

9. No te dejes llevar por los típicos comentarios como…

  1. “El alemán es mucho más complicado que el inglés y es casi imposible de aprender”: ¡Sí, es verdad! Casi todos los idiomas son más complicados que el inglés, pero eso no quiere decir que no puedas aprenderlos. Y esto va más que en serio. Es todo cuestión de tiempo y voluntad de seguir aprendiendo.
  2. Quizá ya estás muy grande como aprender un idioma”: conozco casos de gente que han empezado a aprender más de un idioma alrededor de los 40 años y hoy pueden hablar con fluidez.
  3. Estuve 1 año allá y no aprendí casi nada”: ¡Esta es la peor! Haz oídos sordos a estos comentarios. Eso depende de cada uno y del esfuerzo que hagas por aprender. Lo vimos más arriba con las primeras barreras mentales que hay que superar para aprender un idioma.

Mi sugerencia: no escuches estás cosas. Nadie puede saber de antemano hasta donde pueden ir tus capacidades y sobre todo, tu perseverancia.


 

10. ¡Disfruta! Al final estás en otro país y ese momento no va a volver a repetirse

Estás viviendo una aventura increíble… no te la pierdas por frustrarte con un idioma. Cuanto más disfrutes con tu viaje, más motivación encontrarás para aprender.

Ahora cuéntame tú

Espero que todos estos consejos puedan servirte de inspiración si estás pensando en largarte a esta aventura de vivir en otro país y aprender un idioma. O si volviste pero sentís que el idioma te quedó como una asignatura pendiente.

Si te surge alguna duda o crees que se pueden agregar otros puntos a la lista no dudes en ponerlos en los comentarios. Esto es una experiencia personal y lo bueno de ellas es que siempre podemos sumarles más cosas.

¿Tienes pensado hacer algún viaje o empezar algún proyecto parecido al que te conté? 

Si es así, no se me ocurre mejor oportunidad que acceder a la Escuela Nómada Digital.

Al final decidas lo que decidas y sea cual sea el proyecto, las reglas de juego son parecidas. Las 3 palabras mágicas para cualquier emprendimiento son trabajo, constancia y paciencia.

Pero falta lo más importante.

Tomar acción.

¡Un abrazo!

Agustín.

Fotografías de Shutterstock:  

Famous Hallstatt mountain village and alpine lake, Austrian Alps / El famoso pueblo de montaña Hallstatt y su lago alpino, los alpes australianos.

Town square in Hallstatt / Plaza del pueblo en Hallstatt. 

Por Agustín Torres

Puedo resumirme en 3 palabras: "Me fascina vivir". 1. La mejor manera que tengo de entender el universo es como un fluir constante. 2. Lo peor que puede pasarme es sentirme estancado sin poder hacer nada al respecto. 3. El mejor remedio que encontré para cambiar esa situación es "confiar en mi instinto y seguir la voz de mi corazón". Se vive y se aprende. O no se vive.
Puedes encontrarme en Paradigma Nómada.

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