Este es un post invitado de María y Rafael, creadores de Vivimos de Viaje.
¡Hola!
Somos María y Rafael, una de Salamanca y el otro de la isla de Mallorca. Ambos, ciudadanos del mundo.
Para nosotros el viaje es nuestro estilo de vida, aunque como verás luego, no siempre ha sido así. Al revés, durante mucho tiempo trabajamos en algo que no nos llenaba y seguimos una rutina que no tenía sentido.
Pero un día decimos que ya era suficiente. Había llegado el momento de cambiar.
Sin embargo, nuestra familia y amigos se mostraron escépticos. ¿Y sabes por qué?
Por nuestra edad.
Se ve que para la sociedad, cuando sobrepasas un determinado número de años, te tienes que resignar.
No fue este nuestro caso y a pesar de las dificultades, decidimos seguir adelante. Decidimos arriesgarnos y vivir el estilo de vida que deseábamos.
La motivación y unas ganas insaciables por conocer el planeta han superado con creces los obstáculos (la mayoría autoimpuestos), y cualquiera de las comodidades a las que estábamos acostumbrados. O quizás deberíamos decir anclados. 😉
Por eso hoy queremos contarte nuestra historia.
Queremos que veas que la edad nunca es excusa y que puedes cambiar de vida a los 45… a los 50… a los 70…
Todo está en tu mano.
Cómo cambiar de vida a los 45: el principio de la historia
Seguro que lo que te vamos a decir ahora te suena:
- Encuentra un trabajo fijo.
- Cásate.
- Hipotécate con una casa hasta tu jubilación.
- Ten hijos (y por supuesto, que forzosamente estudien una carrera).
Sería la síntesis de la generación de los años 70. Un ideario de vida más influenciado por cumplir unos cánones sociales que en vivir y disfrutar los sueños de cada uno. Si perteneces a esta generación seguro que algo te sonará, si perteneces a una posterior alguien te lo podrá corroborar.
Al iniciar nuestro proceso de cambiar de vida a los 45, la familia y los amigos nos soltaron el típico: “¿a vuestra edad?”.
Clásico tópico, resulta extraño que no busquemos la estabilidad, el último nivel para completar el ideario setentero. Como si una vez cumplido los cuarenta, el paradigma sea autoaparcarse y dejarse llevar por la rutina.
Tanto María como yo mismo, cumplimos a rajatabla ese guion preestablecido. Punto por punto. Pero casi paralelamente fracasamos en su mayor parte.
Nunca nos sentimos identificados, era algo impuesto en cierta manera, pero debido a la coyuntura de la época era complicado revelarse y elegir otro camino.
Así que dejamos transcurrir más de 20 años de nuestras vidas siguiendo ese guion prestado. Siguiendo un camino que se alejaba cada vez más de nuestros sueños y de los proyectos que habíamos postergado, año tras año, para una mejor ocasión.
De tanto en cuanto, aparecía algún destello de ese inconformismo innato que algunos albergamos en nuestro interior, pero la mochila ya estaba llena y ya estábamos atrapados en la rutina.
“Si cabalgas sobre un tigre, no te puedes bajar porque se dará la vuelta y te comerá”. Proverbio chino anónimo.
En el año 2012, después de una intensa vida al frente de negocios y viviendo entre aeropuertos y hoteles, decidimos poner punto final a la etapa profesional. Estábamos cansados y sin motivación para enfrentar lo que supone liderar un negocio el día a día.
Nos tomamos una larga temporada en el limbo, sin un rumbo u objetivo final. Después de muchos años de tener planificado casi al minuto la agenda, tomamos la decisión de parar y hacer un replanteamiento de nuestras vidas. Pero antes era preciso desintoxicarse.
Tu estatus social no te hará más feliz: ¿de qué llenas tú tu mochila?
En una sociedad tan volcada en la imagen, mantener un estatus social es una parte muy importante, casi prioritaria para muchas personas.
En mi caso, durante muchos años, viví condicionado por ser la imagen fiel de mi empresa. En algunos sectores profesionales se permite cierta relajación en las formas de vestir o un comportamiento más distendido. Pero la inmensa mayoría se rigen por unas formas y un protocolo a seguir.
En mi caso no me pude permitir esa relajación. Al iniciar el negocio, porque tenía que transmitir seriedad, y cuando el negocio ya estaba lanzado, porque el banco de turno tenía que seguir financiando la expansión.
Viajar en business, quedarse en buenos hoteles o llevar un traje de marca no te hace más feliz. Simplemente te hace prisionero de mantener ese estatus social, ese envoltorio.
Seguro que conoces a personas que mantienen una fachada muy pulcra. Personas con:
- Un buen coche.
- Un reloj de cierta marca.
- Un traje.
- Etc.
Pero en muchos casos es simplemente eso, fachada. Toda su energía se pierde en mantener esa imagen. Posiblemente también lo debe todo y buena parte de sus ingresos se dirijan a ese fin.
¿Realmente quiero seguir así el resto de mi vida?
A los 20 años de edad, incluso a los 30, piensas que tu tiempo es inagotable. Crees que tendrás tiempo para realizar esos proyectos que se van aplazando para un momento más idóneo. Pero al cumplir los 45 años, el sentido de la vida cambia por completo porque tomas plena consciencia de que tu tiempo es limitado.
La salud, que pensábamos que siempre nos acompañará, deja caer algún aviso de que no es así. María tuvo que afrontar y luchar (aún sigue) contra un cáncer. Decir que sufres una enfermedad de este estilo, es decir, que puede poner fin a tu vida, te marca profundamente.
Cambia la perspectiva del que sufre la enfermedad, pero también del entorno familiar que lo rodea.
Es una lástima que las personas tengamos que pasar por un trance tan traumático para que tomemos consciencia de lo poco que apreciamos tener salud. Valoramos muy poco todo lo que nos rodea.
Era el momento de revisar los sueños y proyectos que habíamos ido aparcando en nuestra vida. Era momento de planificar cómo cambiar de vida a los 45.
En Asia la palabra crisis significa oportunidad y así lo entendimos nosotros.
Teníamos que aprovechar esa crisis existencial del año 2012. No podíamos dejar pasar la oportunidad. Y así fue. Empleamos ese tiempo de inestabilidad para tomar decisiones y orientar nuestras vidas hacia donde queríamos llegar.
Viajar siempre ha sido una constante en nuestras vidas. Tanto por motivos profesionales como por placer hemos recorrido algo de mundo. Nos encanta conocer otras formas de vida, culturas y costumbres, nos gusta cualquier cosa que sea salir de la rutina habitual.
Por este motivo, nuestro proyecto se inició planificando una vuelta al mundo, el sueño de cualquier viajero.
Como la mayoría, éramos viajeros part time, todos los viajes terminaban en un regreso. Pero tras dar muchas vueltas, caímos en la cuenta de que una vuelta al mundo, aunque fuese un viaje más prolongado en el tiempo, también tendría un final. Un regreso a la rutina.
Este fue el punto de inflexión que nos animó a dar un paso más y a cambiar de vida. Un paso que conllevaba cambios radicales en nuestras vidas porque suponía dejar una existencia cómoda y sedentaria. Pasábamos a una vida nómada.
Traza tu plan, pero no te obsesiones
Esa “pesada mochila” que has ido llenando de materialismo y responsabilidades autoimpuestas durante tantos años, no se vacía con facilidad. Se precisa de tiempo y un plan detallado para ir tomando las decisiones oportunas. Y te advierto que la mayoría no fueron fáciles.
Sin embargo, era tan grande nuestra motivación que daba igual todo. Estábamos decidimos a iniciar ese camino: un camino hacia la libertad.
Lo primero es desarrollar el plan de actuación. No te preocupes por la exactitud, ya lo irás adaptando y ampliando a medida que avances. Pero como mínimo debería reflejar lo siguiente:
- ¿Por qué no estoy satisfecho con mi vida actual?
- ¿Hacia dónde quiero ir?
- ¿Qué he dejado por el camino sin hacer?
- ¿Cuál es la línea roja que no estoy dispuesto a traspasar?
Seguro que te surgirán muchas más preguntas, pero como te decíamos al principio: este es “tu plan”. Tu mejor que nadie sabes lo que quieres.
Sé valiente, plantea preguntas desde tu interior y no te sabotees a ti mismo. Respóndete con sinceridad y sin condiciones.
Cuando nosotros definimos el nuestro (este cambio de vida a los 45), lo dejamos flexible en tiempo y objetivos a alcanzar. Piensa que estás preparando un cambio importante, lo inteligente es desarrollarlo con la suficiente calma para que sea coherente con tu propósito final.
Invertimos 4 meses en perfilar “el qué” y “el cómo”. Valoramos y sopesamos todos los pros y los contras de la decisión que habíamos tomado. En este artículo del blog puedes leer cómo lo hicimos.
Nos dimos de plazo un año para poner en marcha nuestro plan y para nuestra sorpresa, lo tuvimos resuelto con algún mes de antelación (la motivación).
Nuestro objetivo: vivir libres y sin cargas de ningún tipo (incluidas las emocionales).
Iniciamos el blog para que además de contar algunas experiencias de viajes realizados, detallar los preparativos previos de cómo hemos conseguido cambiar nuestra vida a esta edad.
Queríamos contar esta aventura que hemos iniciado para movilizar a todas esas personas que ansían un cambio, pero que no lo hacen por miedo. Saltar a otro nivel y salir de la zona el confort es difícil.
A la hora de poner en marcha el blog, hay que destacar la ayuda que supuso la formación de Antonio. Gracias a él cambiamos el enfoque inicial que habíamos dado al blog y nos animó a contar nuestra historia.
No es posible cambiar de vida a los 45 sin soltar lastre
No puedes ordenar el trastero de tu casa si no tiras lo viejo. Y en tu vida personal esto se acentúa más si cabe. Almacenamos infinidad de artículos que por una u otra razón nos cuesta deshacernos de ellos. Da igual los años que llevemos sin utilizarlos.
En nuestro caso, utilizamos todos los medios que tuvimos al alcance para deshacernos de nuestras pertenencias:
- Entregamos la mayoría de ropa y algunos artículos a ONG.
- Pusimos a la venta los muebles, electrodomésticos y otros enseres en webs de venta online como eBay, segundamano.com (ahora Vibbo) y milanuncios.com.
- Entregamos el coche en gestión de venta para concentrarnos en temas que requerirán nuestra atención y no se podían delegar.
- Realizamos las gestiones con bancos, seguros y administración pública sobre trámites concretos.
Adaptamos y configuramos todos los recursos que la tecnología nos brinda hoy en día:
- Digitalizar vídeos, música, fotografías y documentos para tener acceso desde cualquier lugar y en cualquier momento (Dropbox, Google Drive, Box, etc.).
- Contratamos una caja de seguridad donde guardar documentos oficiales.
- Llevamos libros y discos de música a bibliotecas públicas. Compramos en formato electrónico esos libros y música que quieres conservar.
Algo parecido sucede en tu cabeza, las frustraciones son esos artículos viejos que no utilizas, están en modo standby y reaparecen cuando menos las necesitas. Es decir, en momentos bajos de ánimo o cuando tienes que resolver algún problema puntual.
Hicimos el ejercicio de mentalizarnos y tomar plena conciencia de la decisión tomada. Al igual que una revisión médica o vacunarse antes de emprender un viaje a algún destino, nosotros tomamos un tiempo de reflexión para tener claro que ese era el camino que queríamos iniciar.
Vacía también tu mente, la frustración es de las emociones más dañinas. Siempre actúa de excusa de por qué no avanzas en tu vida.
¿Cómo nos convertimos en nómadas digitales?
Vivir de un lado para otro requiere de unos medios que 15 años atrás era impensables de realizar, pero también de una disciplina y metodología de trabajo muy diferente a lo que hace una persona con el típico trabajo de oficina.
Durante nuestra planificación de cómo cambiar de vida a los 45, una parte importante fue identificar una actividad que nos permitiera seguir viajando de una manera continua sin precisar de una ubicación física.
Conocíamos los mercados financieros, pero una cosa es tener una idea, y otra bien distinta es que esa actividad te proporcione unos ingresos para vivir.
Asistimos a muchos seminarios online y presenciales, realizamos varios cursos de formación y leímos muchos libros para tener un amplio conocimiento sobre la operativa en diversos activos financieros. No se trata de comprar unas acciones y esperar a que suban.
En esta entrevista que hizo Antonio a un trader podrás saber de qué trata esto del “trading” de la mano de un especialista en la materia. Una actividad muy manipulada por la publicidad engañosa.
Hemos conseguido el punto exacto de equilibrio que requiere esta operativa con nuestro estilo de vida, seguimos viajando dedicando unas horas semanales para revisar nuestras posiciones abiertas.
Esta fue nuestra opción, pero en el blog de Antonio tienes información muy diversa para financiar tu propio cambio:
- Crear tu propio blog y ganar dinero con él.
- Tener una tienda online.
- Vender infoproductos con embudos de venta (a los que alimentas con suscriptores con Facebook Ads).
- Vender fotos.
- Etc.
Además, tienes una guía específica sobre cómo ganar dinero mientras viajas.
Y si quieres todavía más, puedes entrar en la Escuela Nómada Digital (END). En este lugar te enseñan a convertirte en nómada digital en unos meses aprendiendo una profesión que te motive y que esté alineada con tu propósito de vida. Ya sabes, más info aquí. 😉
Rompe con los cánones
El ser humano es una contradicción en sí mismo, todo el mundo es muy liberal, pero…
¿De verdad estás dispuesto a romper con lo establecido?
Hablamos desde nuestra experiencia porque así lo sufrimos. Cuando llega el momento de tomar ciertas decisiones no es fácil dar un paso adelante. Una cosa es deshacerse de ciertas cosas materiales y otra distinta es deshacerse de todo.
Confeccionamos la lista al revés, en lugar de enumerar lo que íbamos a dejar o llevar, metimos en una maleta lo imprescindible para el día a día, todo lo demás sobraba. Pusimos en práctica al 100% una Vida Minimalista. Te puedo asegurar de que te asombrarías de lo poco que necesitas para vivir.
Eso pasaba por todo: el coche, la casa donde residíamos y por consiguiente, todo su contenido (como ya hemos mencionado unos párrafos más arriba).
¿Las consecuencias de la decisión?
Vivimos entre hoteles y alojamiento tipo Airbnb. Alquilamos un piso si llegamos a un lugar que nos gusta o precisamos de una temporada de descanso, aunque nunca estamos más de tres meses en el mismo lugar.
Nos desplazamos con transporte público y todas nuestras pertenencias caben en dos mochilas pequeñas y dos maletas de cabina. ¡¡Sí, de esas de las que te permiten entrar en el avión!!
Hemos recibido algunos correos de cómo hemos seleccionado esto o aquello o si hemos echado algo de menos. También hemos recibido alguno más ingenuo y banal de cómo combinar la ropa para vestirnos cada día con un armario tan reducido.
La realidad es que cambiar de vida a los 45 precisa de ciertas actitudes y aptitudes que se han de trabajar. No se cambia de hábitos de un día para otro. Por contrapartida, la liberación resultante es una sensación única que deberías poner en práctica en algún momento de tu vida.
Aunque solo sea por experimentar, ¿qué puedes perder?
La inspiración llega cuando estás trabajando
¿Cómo resuelvo este o aquel asunto?
¿Qué momento es el más idóneo para empezar?
Es una máxima que siempre he mantenido. Si te encuentras en un “mar de dudas” no te preocupes, es lo normal, lo preocupante sería no tener interrogantes.
Si antes apelamos a la motivación como fuente de inspiración, ahora lo hacemos por la constancia.
Cualquier faceta de la vida precisa de constancia para alcanzar los objetivos. El no decaer y seguir, aún con obstáculos en el camino, será el mejor compañero para completar el plan de cómo cambiar tu vida a los 45 o cualquier otra edad.
En un primer planteamiento es imposible tener todas las preguntas, y aún con ellas, tampoco existen respuestas para todas ellas. Pero sí existe el método de llegar a todo ello, ser constante.
Empieza con cualquier tema, una cosa te llevará a otra, y sucesivamente conseguirás desarrollar un guion de actuación que te llevará el plan definitivo.
Solo mientras trabajas te llegará la inspiración. No esperes levantarte un día teniendo todo el plan definido en tu cabeza, no es así. Como en cualquier faceta de la vida tienes que mojarte y empezar. Comienza y el resto irá surgiendo.
No lo dudes: ¡lánzate!
El hecho de que estés leyendo este post, que en alguna ocasión hayas buscado algo sobre empezar de nuevo o que hayas leído un libro de superación personal, es un claro indicativo de que algo te ronda por la cabeza.
Tienes inquietudes y deseas romper con la rutina. Ese es es el primer paso y es como nosotros conseguimos cambiar nuestra vida. Y da igual que tengas 45, 50 o 60 años. La edad no es importante.
Y otra buena prueba de ello es esta entrevista que Antonio hizo a otra viajera: María Luisa Becerra.
Cambiar de trabajo, de residencia, una relación sentimental… todo requiere de una Acción/Reacción. Quedarse parado a la espera nunca es una opción. Recuerda que siempre parecerá que hay más impedimentos para no iniciar el cambio que motivos a favor de realizar.
Si tienes menos de cuarenta y cinco años, ¡enhorabuena! Estás a tiempo de dirigir tu vida hacia tus sueños. Si tienes más edad, ¡ánimo! Te podemos asegurar que es posible cambiar de vida sea cuál sea tu edad. Todo es cuestión de proponérselo y pasar a la acción.
¿Estás dispuesto a dar el salto?
Estaremos encantados de responder tus comentarios o cualquier otra cuestión que nos hagas llegar. Nosotros hemos elegimos ser libres porque un día lo soñamos, ¿qué sueño has dejado aparcado tú?
Rafael & María
Fotografías Shutterstock: